jueves, 25 de junio de 2009

Malvinas y Memoria


El 10 de junio conmemoramos la firma de un histórico decreto que manifestó oficialmente, la firme e irrenunciable vocación de ejercer soberanía sobre nuestros sureños territorios insulares. Con la rubrica del gobernador Viamonte se estableció en 1829, la creación de la Comandancia Cívico Militar de las Islas Malvinas. Se nombró a don Luis Vernet como gobernador, el primer gobernador de Malvinas, con el fin de evitar la acción impune y depredadora de las naves estadounidenses e inglesas. A partir de la presencia militar, las naves que incursionaban en nuestros mares con el propósito de cazar ballenas, lobos marinos y focas, debieron registrarse y pagar un arancel a nuestro país. Las poderosas flotas extranjeras no perdonaron la osadía de impedir que satisfagan sus intereses económicos sin costo alguno y el resultado fue que primero fueron los estadounidenses los que bombardearon la base en Malvinas y posteriormente, Gran Bretaña decidió invadir y desalojar por la fuerza a las autoridades argentinas allí legítimamente establecidas.
Desde aquel enero de 1833, Argentina no ha dejado de reclamar internacionalmente por la usurpación. Lo ha hecho constantemente por todos los medios e incluso, por uno que desató una tragedia. La miserable decisión de la dictadura que se estableció en nuestro país el 24 de marzo de 1976, al declarar una guerra inconsulta, envió a la muerte a cientos de jóvenes sin que los que tomaron esa absurda medida, arriesgaran minimamente sus vidas. Hoy, bajo gobiernos democráticos, seguimos reclamando nuestros legítimos derechos con firmeza pero con respeto por la vida. Se ha establecido el 10 de junio como el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico Argentino.
El crecimiento demográfico constante de nuestro distrito, nos permite contar como vecinos a numerosos ex combatientes provenientes de distintos puntos del país. A ellos pretendemos rendirle homenaje mencionándolos, porque tenemos el deber y el derecho de honrar a quienes arriesgaron sus vidas para recuperar lo que el poeta llamó nuestra “hermanita perdida”. Lo hacemos sin diferenciar si eran profesionales o conscriptos, sólo tememos no tenerlos a todos registrados.
Spegazzini: Dardo Adobatto; Francisco Morales; José Luís Soto; Tomas Torres; Raúl Ziegler; José Marino Santillán, Daniel Zuñiga.
T. Suárez: Acevedo Daniel; Pedro Aranda; Cayetano Bagialemani; Luís Gustavo Díaz; Miguel Ángel Florentín; Rubén Oscar Iglesias; Arturo Jorge Lazzarini; Héctor Daniel Libertelli; Raúl Luna; Luís Antonio Mileto; Oscar Roldan; Adalberto Román Santa Cruz; César Alegre.
La Unión: José Benítez; Guillermo García; Walter González; Oscar Ríos.
Ezeiza: Roberto Walter Agüero; Rubén Carnero; Miguel Ángel Gómez; Omar Herrera (fallecido); Carlos Marcos Palomar; Canalicchio. Héctor Osvaldo Soto; Elías Assef; Daniel Ernesto Composte; Miguel Espíndola; Víctor González; Rubén Paliau; Hugo Pedrozo; Diego Ribaldi; Federico Ricardo Ruiz; Borba.
Validando la memoria, expresando la misma firme decisión, recordando que las Islas Malvinas son y serán argentinas.

Juan Carlos Ramírez.

domingo, 14 de junio de 2009

Los Remedios, Sarmiento y el alambrado

En la década de 1850, los hacendados de nuestra región empezaron a conocer los beneficios del alambre como delimitador de actividades y en las sucesiones de aquel tiempo, aparecen inventariados varios quintales de este hilo de “fierro”. El mérito de ser quién alambró primero todo el perímetro de una estancia le corresponde a Francisco Halbach, propietario de Los Remedios; en tanto el que lo transformó en política de Estado fue Domingo F. Sarmiento.
Por esa época, había una gran discusión sobre si era o no necesario alambrar y fue precisamente Sarmiento el más fuerte defensor. Decía: "Lo que les propongo viene del sentido común de los agricultores del mundo. ¡Cerquen, no sean bárbaros! Cercar, alambrar, es ser civilizado." Con motivo de la llegada de un rebaño de ovinos Rambouillet, publicó el 13/10/1858 en El Nacional: "Aguardándolos en "Los Remedios" potreros cercados con alambre y establos espaciosos para abrigarlos de la intemperie, pues los señores Halbach han emprendido la noble tarea de introducir en Buenos Aires todos los perfeccionamientos europeos en la cría del ganado y son los primeros que han osado cercar con alambre su estancia".
Don Halbach adquirió en Europa el alambre indispensable y en 1855 rodeo "Los Remedios", excepto la parte que da al río Matanza, con 4 hilos de alambre sujeto a los postes de ñandubay plantados cada 50 varas y con medios postes cada 5 varas. Completaba el cercado una zanja exterior de 3 cuartas de profundidad por 4 de ancho, indispensable para contener a los ganados invasores, acostumbrados al campo abierto. Por entonces, tiempos de un Buenos Aires separado de la Confederación Argentina, la estancia contaba con 1.500 vacas, 600 yeguas y 30.000 ovejas. Domingo F. Sarmiento escribió en 1878: "Antes del alambrado, podía decirse: todo el país es camino".
Claro que hubo estancieros que alambraron más de la cuenta, cerrando sendas y obligando a largos rodeos. Hacia 1884, un gaucho que quería seguir su camino habitual arreando una tropilla argumentó: "No hay derecho a cerrar el camino que conozco desde los tiempos de Catriel. Abran el cerco que quiero pasar con mi tropilla". No alcanzó a terminar la frase porque fue degollado por el alambrador vasco que posiblemente no hablaba castellano. En otros casos, menos sangrientos e igualmente descriptivos, los viajeros rompían los hilos para no desviar su camino y como la nobleza obligaba, se acercaban al puestero y le advertían pícaramente, que alguno había roto la cerca.
Juan Carlos Ramirez

domingo, 7 de junio de 2009

El fantasma de Gabino

Cuando desde Belgrano el ingeniero Carlos Luischer y Nestor F. Cano, junto al ingeniero Jorge Newbery subieron al recién adquirido aerostato “Buenos Aires”, creían ser aventureros que intentaban batir su propio record de altura. Pero sólo eran hombres impulsados por las misteriosas fuerzas del destino. Los vientos que jugaron con el globo por 1 hora 58 minutos, los depositaron en “La Valentina”, icono del Barrio 1 Justicialista. La casona de la mencionada chacra se encuentra sobre la calle Marques Alejandro María de Aguado y debiera ser rescatada y preservada por nuestra Comuna para las futuras generaciones, por ser el punto de encuentro de la Modernidad con nuestro Distrito.
El evento anticipó el sino que tendría el área: destino de aeropuerto; el que nos representa ante el mundo y nos llena de orgullo, el que fuera nominado como el más seguro de Sudamérica. La Historia de la “puerta argentina al mundo”, como bien lo llama nuestro decano locutor y animador Julián Sánchez Parra, comenzó a las 16 hs. y 15 minutos de aquel 04/06/1911.
Nuestra aeroestación lleva hoy con estricta justicia el nombre de Ministro Pistarini, quien trabajo a la par de los hombres que dirigió en aquella tan magnífica obra. Sin embargo se lo sigue llamando Ezeiza, por aquel cuyo único merito fue comprar una chacra por donde sabía que pasaría el ferrocarril. Fue su agradecido y heredero yerno quien donó tierras con la condición de que se le impusiera el apellido de su suegro a la estación.
Don José María, quien jamás donó nada al pueblo que lleva su nombre pese al continuo y plagiado error, hoy esta asociado al aeropuerto. El apellido le permitió a Alejandro Solomiansky (en: “Identidades secretas: la negritud argentina”) jugar con la idea de que el payador y negro, don Gabino Ezeiza, fuera la postal de recepción a nuestro país. Pese a que nos resulta simpática la idea, debemos aceptar que el toponímico remite al terrateniente José María pero sin embargo ello no significa que no exista relación con el payador. Las pacientes investigaciones de la Lic. Patricia Faure, que fueron publicadas oportunamente, dieron a conocer que el apellido tiene un mismo tronco. El tío abuelo de Gabino fue esclavo del tío abuelo de “nuestro” José María.
El vecino y reconocido historiador Víctor García Costa, presentó en el 4to. Encuentro con Nuestra Historia, un informe donde relata que el aeróstato “Cóndor” piloteado por Eduardo Bradley “supo aprovechar con éxito la intensidad del viento N.NO. que lo condujo después de atravesar la ciudad y el aeródromo de Lugano a 1.400 metros de altura, a la estación de Ezeiza“.
Como sellando el destino de identificar al aeropuerto con la estación, el mencionado descenso se produjo el 23 de septiembre de 1912. Podría decirse que el destino puso todo de sí para inmortalizar al Ezeiza propietario, pero no dejó de lado al descendiente de esclavo Gabino. Éste, que ingresara a la inmortalidad el doce de octubre de 1916, mantuvo vivo el apellido dado a sus ascendientes africanos, gracias al cariñoso recuerdo de los no propietarios, del pueblo no terrateniente. Pareciera que como fantasmales sombras, las ánimas de los negros esclavos de los Ezeiza le recuerdan su presencia a José María. Incluso, en la posteridad.
No podemos evitar recordar los determinismos geográficos con que Montesquieu pretendía explicar la historia; después de todo, a corta distancia de Ezeiza, precisamente en Luís Guillón, vive Diana Ezeiza, hija póstuma de don Gabino.

Juan Carlos Ramirez

miércoles, 3 de junio de 2009

Emociones

Accidentalmente llegue al blog y desde entonces comencé un viaje a mi infancia y adolescencia, allá en el Barrio 1 o Barrio Justicialista o Barrio Esteban Echeverría, conforme cambiaran los vientos políticos.
Nací en el Htal. del Barrio en 1955 y viví hasta 1976 en la misma localidad. Me interesa muchísimo conocer sus trabajos e info obtenida, y humildemente aportar desde mi memoria aquellos momentos de "azules y colorados", la llegada de De Gaulle al Hogar Escuela, La Mafia Marsellesa en los 70, la Matanza del 20 de junio y muchos otros recuerdos de éste viejo, que fuera paciente del DR. Manuel Medell (padre) desde mi nacimiento.
Tengo particular interés en comprar el libro "Las vacas vuelan" de Patricia Celia Faure, pero dudo que pueda conseguirse por mi vecindario. Todo contacto o respuesta sera inapreciable para mi, pues a fuerza de haber vivido en 9 diferentes países, me produce mucha emoción descubrir partes de mis raíces e historia en "el blog".

Juan Carlos Sarmiento