En la década del '60, el tema Malvinas se conversaba en los hangares. Era una fantasía recurrente la de ir y plantar la bandera, …yo decidí realizarlo. Don Siro Comi, propietario del aeródromo de Monte Grande, me prestó un Cessna y cuando tuve el proyecto listo fui a verlo al director del diario La Razón para que me diera la cobertura necesaria para evitar represalias, pero no le interesó. Si me dio todo su apoyo e incluso insistió en cubrir los gastos con la condición de que acompañara un fotógrafo, fue un joven periodista en esos tiempos; Héctor Ricardo García, del recién salido diario Crónica.
Partí con la complicidad de un comandante de Austral y de la autoridad de aeronáutica de Río Gallegos, y tras 3 hs. 15” avisté las islas. Aterrice en una pista de cuadreras y sin apagar el motor baje a fijar el asta con la bandera argentina en un alambrado. Cuando regresaba al avión me encontré con 4 o 5 gringos que me preguntaban si necesita combustible para regresar, daban por sentado que yo me había extraviado. Aproveche para darle la carpeta con la proclama para el gobernador y enseguida emprendí el regreso; habré estado unos 10 ó 1
5 minutos. Como había avisado por radio, me esperaban muchos periodistas que casualmente estaban cubriendo un conflicto entre el gobernador y la legislatura, entre ellos estaba el fotógrafo de Crónica. Al llegar, me labraron un acta por volar sin Plan de vuelo, pero el presidente H. Illia ordenó que se dejara sin efecto. Con título catástrofe, Crónica titulo: “Malvinas, hoy fueron ocupadas”, agotándose la tirada y dejando sin ventas a La Razón.Don Miguel fue aviador profesional hasta los 68 años y en
Nos dejó una frase: “La Patria debe merecerse".


