domingo, 10 de noviembre de 2019

Día de la Tradición


Cada 10 de noviembre se celebra en la Argentina el “Día de la Tradición”, en homenaje al escritor José Hernández, autor de El gaucho Martín Fierro y La vuelta de Martín Fierro. La obra tiene como protagonista al gaucho payador Martín quien, obligado a incorporarse al ejército, huye para convertirse en un gaucho matrero, fuera de la Ley. 
La celebración del “Día de la Tradición” data de 1939 (Ley N.º 4756), pero con la Ley Nacional N.° 21.154 de 1975, fue que se consagró esa fecha conmemorativa para toda Argentina.
La palabra “tradición” deriva de “traditio” y de “tradere”, significando “transmitir o entregar”. Es lo que pasa de una generación a otra, en permanente construcción y forjando determinada identidad cultural. La tradición es el conjunto de bienes culturales que se transmite de generación en generación dentro de una comunidad.
En nuestro distrito, desde su nombre mismo estamos asociados a los cultores del difícil arte de payar, ya que un tío abuelo de José María Ezeiza tuvo por esclavo a un ascendiente del célebre payador Joaquin Gabino Ezeiza.
En este día, queremos homenajear a un cultor de nuestras tradiciones gauchescas, a don Roberto Esquivel, más conocido como el Pollo de Spegazzini.


Por Juan Caros Ramirez Leiva

lunes, 6 de mayo de 2019

Desaparecidos: Hogar Escuela Evita

No comenzó bien el día para Norma Lidia Carrizo, ese 29 de marzo de 1976. El cartero le anunciaba que tenía un telegrama para ella, y por esa época recibir un telegrama alarmaba al destinatario tanto como a todo el entorno familiar.
Leyó, sin un dejo de resignación, angustia y bronca contenida, el escueto mensaje en donde se le comunicaba que la Escuela Hogar Evita de E. Echeverría, prescindía de sus servicios como Maestra (Ley 21.274). No fue la única en recibirlo, también les llegó a otros 11 docentes. La Escuela Hogar, que ya había pasado a ser llamada Domingo F. Sarmiento, por proscripción del peronismo, estaba totalmente identificada con localidades que hoy están bajo la jurisdicción del Distrito Ezeiza, ya que numerosas personas trabajaban allí como docentes o auxiliares, o eran alumnos.
La Maestra Norma, que vivía en Jorge 1167 en la localidad de Haedo (Partido de Morón), fue secuestrada pese a la resistencia de su padre, quien llegó a gritar que "si se la llevan a ella, a mí también".  Tenía 27 años, se encontraba cursando el Profesorado en Historia, en Castelar. No hay testimonio de su paso por un Centro Clandestino de detención. 

Los datos sobre Norma figuran en el informe de la CONADEP 6235, Declaración Nro. 1527. Los datos sobre la desaparición de Nicolás Andrés Carrizo, su padre, figuran en la CONADEP 6234, Declaración Nro. 1525; tampoco fue registrado su paso por algún C.C.D.. Padre e hija continúan, aún hoy, desaparecidos.
Norma fue militante del peronismo revolucionario, Maestra, y estudiante del Profesorado de Historia, lo que la hacía potencialmente peligrosa para la intención de poner en movimiento la máquina de no pensar, no reaccionar. Por esas condiciones, por sus convicciones, fue secuestrada de su hogar el 6 de mayo de 1976. Una baldosa instalada por el Colectivo de Educación recuerda su paso por las aulas del Hogar Escuela, y supo tener una placa recordatoria en años anteriores.
Maestra Norma Lidia Carrizo. Presente. Ahora y siempre.
Memoria, Verdad y Justicia

Por: Juan Carlos Ramirez Leiva.

jueves, 11 de abril de 2019

Al Maestro


Mi escuelita y mi maestro
Por Juan Magallán (Rimas de Entrecasa; 2012)


A esta escuelita rural
yo vine, y no tengan dudas,
de alpargatas bigotudas,
de bombacha y delantal
Si no lo toman a mal
quisiera rendirle honor
a quien fue, por su valor,
su espíritu y su talento,
después del noble Sarmiento
el más grande educador.
Tiempos de un solo docente
para todo el alumnado,
un tiempo que ya ha pasado,
pero que sigue latente.
Hoy, que lo tengo presente,
Y recuerdo lo de entonces,
Se me ocurre que en el bronce
Su rostro estará algún día,
y llorarán de alegría
 los alumnos de la Once.
De allí salieron doctores,
de allí salieron maestros,
los operarios más diestros,
comerciantes, profesores,
albañiles, constructores,
Dibujantes, jornaleros,
Y entre tantos compañeros
Tengo una inmensa alegría
De cultivar la poesía
Y los relatos camperos.
Una escuelita rural
que él condujo con Maestría,
A la que dio cada día
ejemplo de su moral.
No lo paró el temporal,
ni la niebla más espesa,
se venía de una pieza
orillando la banquina
montando su catramina
de barro hasta la cabeza.
Ya ve, don Luis Fortunato,
Fui duro para estudiar,
pero la vida, en su andar,
me dio este oficio tan grato.
He pedido este barato
por gusto de saludarlo,
aplaudirlo, homenajearlo,
darle todo mi cariño
ya que cuando he sido
nunca supe valorarlo. 

Nota: Versos dichos por su autor en la escuela Nº 11(hoy Nº 4) El 6 de Noviembre de 1988. Dedicado a don Luis Fortunato Iglesias, en el quincuagésimo aniversario de la escuela rural Nº 11 de Esteban  Echeverría, hoy distrito Ezeiza.
Colaboración del Profesor Elío Salmón

martes, 12 de marzo de 2019

Haras Buenos Aires

Don Roldan y su historia del Haras de Buenos Aires.
Unos de los cascos antiguos de Ezeiza es el “Haras Buenos Aires”. Lo que queda de él se ubica sobre la ruta provincial 205 Néstor Kirchner y esquina Santa Ángela.
Tuvo un tiempo de esplendor cuando sus instalaciones contaban con cientos de animales y sus caballos eran prestigiosos campeones. Se creó el mito que el mismísimo Carlos Gardel estuvo cabalgando en el lugar.
Los planos catastrales de1930 nos aportan el nombre de su primer dueño, Valerio Zubiaurre. Su propiedad se extendía costeando la vía del Ferrocarril Belgrano (la Trocha) hasta la Av. Perito Moreno y finalizaba en la calle Los Eucaliptos.
Luis Epifanio "Pichón" Roldán (el apodo se lo puso su hermano mayor cuando era recién nacido), oriundo de Villa Valeria (Córdoba), nació el 22 de diciembre de 1939 y se casó con Alejandra Acosta. Persona baquiana y de ley, con conocimientos camperos como pocos en Ezeiza. Hombre de tradición criolla por herencia. Al conversar con don Roldán comenzamos a viajar en el tiempo y nos transportó imaginariamente al viejo pueblo ezeicense, rodeado de estancias centenarias.
Era el año 1952 cuando decidió acompañar a su padre a Buenos Aires con solo trece años. Arribaron a una hacienda de 200 hect. conocida como San Pedro en el actual barrio de Sol de Oro, La Unión (hoy inexistente). Su padre, Luis María Roldan, era un hombre andariego y gauchesco. Los caminos se fueron separando a medida que Pichón iba creciendo. Luego él siguió trabajando en el Haras donde conoció a Don Manuel Junco que era el encargado del lugar; después de su deceso tomo la posta su hijo Alfredo. Había mucha gente trabajando como domadores, peones, capataces, caseros, personal de mantenimiento, etc.
Las instalaciones contaban con más de 40 boxes, para alquiler y cuidados de animales. Varilleras para cuatro padrillos, una usina para electricidad, habitaciones para el capataz y el encargado etc. Los equinos eran puros en su mayoría y se los amansaban de potrillos. Muchas personas distinguidas llevaban sus caballos para su cuidado. Se probaban parejeros y se seleccionaban. Una vez que el animal estaba en óptimas condiciones el Haras enviaba a sus potros al hipódromo de San Isidro o al del Palermo. También sus empleados corrían con pingos propios pero a manera de entretenimiento en los pagos de Vicente Casares o en otros lugares de la zona con gente amiga.
 Recordaba Roldán una cosecha de victorias en el almacén de Don Alegre, donde se inmortaliza el momento en una fotografía junto a Alfredo, Chupete y Babi Torres, 50 años atrás.
Don Pichón Roldán relato, que descansan los restos de uno de los caballos más prestigiosos en el suelo del Haras. Otro campeón fue Ruda, un alazán tostado, un padrillo de los más buscados para servir a las yeguas que gano varios clásicos entre los años 75 y 80 aprox. Corrían entre 1600 y 1800 metros.

Hay muchos mitos que rodean la cabaña; como por ejemplo que Carlos Gardel vino a cantar y cabalgar tras quedar enamorado de un pingo que perteneciera al Haras, según conto Isolina Siciliano (docente y escritora, 1941-2004), en una jornada de la Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza (Club Atlético Ezeiza, año 2000). Nos referimos a este tema y al preguntarle a Pichón nos dijo “Mire, paso mucha gente por aquí. Mucha gente de plata! tenían dos o tres caballos. Puede ser que sí, puede ser que no…pero no te puedo decir una cosa por otra, yo no lo vi”…
Desde chico su amor por los caballos y la música iban de la mano. En el Haras siempre que se podía se compartía un asado y él era el primero en agarrar la guitarra. El folclore y la milonga llenaban el cielo del lugar. También saco los genes de su padre de ser algo andariego, toco en varios lugares como por ejemplo en el viejo mangrullo de don Santiago Granados. Ahí junto con Carlos Goñi hacían prueba de destreza para los turistas que degustaban platos criollos. La entrevista se realizó el 4 de noviembre del 2018 (La Unión,Distrito Ezeiza).

Por: Elio Daniel Salmón. Profesor de Historia
Miembro informante de la Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza

viernes, 22 de febrero de 2019

Canning: 108 años

Canning: 108 años de patrimonio ferroviario y formación de la localidad.
Estas tierras legendarias que hoy son conocidas como la localidad de Canning, ubicadas en el sudoeste del conurbano bonaerense, fueron propiedad de Manuel Acosta hacia finales del siglo XIX. Don Acosta, fue beneficiado con una herencia en el año 1873, producto de una sucesión que dispensara su madre Josefa Acosta (gran terrateniente en los tiempos rosistas).Manuel recibió la superficie de 15.289.750 M.C., una gran porción. Luego para el año 1890 comienza a vender y fraccionar sus tierras. En ese tiempo pertenecían al cuartel 6º del partido de San Vicente.
Las investigaciones en los archivos de Geodesia nos arrojan los nombres de sus compradores y nuevos propietarios: Eduardo Murzi y Bartolomé Rocca. Ellos tenían una vinculación familiar, eran cuñados. También hubo otro comprador, Torcuato Alegre, él es el que cede su propiedad para que en una parte se construya la estación Canning. Torcuato contaba con menos superficie que los anteriores nombrados, pero paso a la historia porque ahí nace lo que a la posteridad va a recibir y dar identidad a la localidad de Canning.El 8 de febrero de 1911, La Compañía General de la provincia de Buenos Aires habilita la estación y su tráfico. La banca franco-belga intentaba competir con los ferrocarriles de origen británicos y conectar el interior de Buenos Aires con los puertos y así exportar los frutos del país a las metrópolis. Argentina era considerada en ese tiempo como el granero de mundo. Épocas de imperialismos económicos y grandes negocios oligárquicos.
Antes de llamarse Canning, se la conocía como Km 17,500. Era una descripción netamente técnica. Por varios años hemos investigado y no aparece otra opción del porqué se la bautizo de ese modo. Por eso citamos al historiador Enrique Udaondo que nos da certera información por qué se llama de esa manera: “Recuerda al estadista inglés D. Jorge Canning (1770-1827), distinguido político y diplomático, el cual, siendo ministro de negocios extranjeros en 1825, reconoció la independencia de nuestro país, proclamó en principio de la no intervención, atendió deferentemente a Rivadavia en Londres, durante su misión diplomática, y celebro un tratado de amistad, comercio y navegación con esta República, que se firmó en Buenos Aires el 2 de febrero de 1825.”
Las autoridades del CGBA bautizaron a esta estación en conmemoración de esta figura particular y en debate constante según la orientación política con que se la analice. No es para nada un personaje desechable para historiar, conocer y repensar.
Posteriormente con la autonomía de San Vicente en el año 1913 el municipio adopto el nombre de “La estación” como la descripción del ejido. La cual hoy se toma el 8 de febrero de 1911 como fecha de fundación de la localidad. En 1913 la estación paso a formar parte del partido de Esteban Echeverría a lo igual que las tierras que la circundan. En 1994 con la formación del partido de Ezeiza se van a repartir Canning teniendo como límite la ruta provincial Nº 58. La estación queda dentro de las tierras que son jurisdicción del partido Ezeicense.
El edificio de estilo francés cumplió 108 años y de manera simbiótica lo hizo la localidad con sus múltiples identidades sociales. El boom inmobiliario del presente y el crecimiento económico son los vectores de una nueva realidad alejada de sus orígenes y de su faceta pueblerina. Faceta que intentamos rescatar históricamente con nuestro humilde aporte y la memoria oral de nuestros vecinos.
Por Elio Daniel Salmón