domingo, 31 de mayo de 2020

Día Nacional de la Energía Atómica


Se celebra hoy en nuestro país, el Día Nacional de la Energía Atómica. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), fue creada el 31 de mayo de 1950 por el presidente Juan Domingo Perón, a través del Decreto Nº 10.936/50. A 70 años de su creación, la Comisión continúa dedicándose al estudio, desarrollo y aplicaciones en todos los aspectos vinculados a la utilización pacífica de la energía nuclear, desarrollo tecnológico, gestión de residuos radiactivos y formación de recursos humanos. Estas acciones posicionan al país entre las diez principales naciones con mayores niveles de desarrollo nuclear y con una alta contribución a la no proliferación nuclear.
En su desarrollo, se consolidó en la construcción y operación de reactores de investigación y sus combustibles, en la producción de radioisótopos y el empleo de las radiaciones ionizantes para diagnóstico y tratamiento médico, sin dejar de mencionar que la producción de nucleoelectricidad con solo 2 centrales, alcanzó el 8 % de la energía eléctrica del país. Durante las dos primeras presidencias de Perón (1946-1955), se viabilizó la integración tecnológica en las áreas de energía, aeronáutica, infraestructura e ingeniería civil. 
Con la Revolución Fusiladora de septiembre de 1955 (denominada por los historiadores oficialistas como Libertadora), el desarrollo del campo nuclear fue transferido del Ejército a la Marina, quedando a cargo el capitán de Fragata Pedro Iraolagoitía. La DNEA dejó de existir en términos formales y su patrimonio pasó a CNEA, sostiene el investigador Mario Hurtado.
El primer reactor de investigación, el RA-1, alcanzó el estado crítico en enero de 1958; trabajaban en CNEA, alrededor de 250 científicos y 300 técnicos. La creciente demanda de radioisótopos para usos médicos, impulsó el diseño y construcción de un reactor de mayor potencia: el RA-2, finalizado en 1966. En paralelo a su construcción, el grupo de materiales de CNEA diseñó y construyó los elementos combustibles.
Un nuevo reactor bautizado RA-3 (de 5 MW), fue puesto a crítico en el Centro Atómico Ezeiza (CAE) a mediados de mayo de 1967, aunque fue inaugurado en diciembre y comenzó a operar regularmente a comienzos de 1969. En su construcción participaron 67 empresas argentinas y junto a este reactor fue construida una planta de producción de radioisótopos, que comenzó a operar en 1971.
La imposición de una política económica de desindustrialización y precarización laboral en 1976, necesitó de una estructura represiva que llevó adelante prácticas de terrorismo de Estado con dimensiones de genocidio. Durante el período1976-1983, veinticinco miembros de CNEA fueron secuestrados, quince figuran desaparecidos, y más de doscientos fueron despedidos.

Juan Carlos Ramirez Leiva

miércoles, 6 de mayo de 2020

Nace una nueva escuela


En las tierras que fueran de Josefa Guevara primero y de Sebastián Acosta luego, los rematadores Vinelli, Goldvaser y posteriormente “Los martilleros de la suerte” Fernández Hermanos, dieron el puntapié inicial para el poblamiento de la zona.
A principios de la década de 1970, la barriada de Sol de Oro ya había adquirido su propia identidad en el distrito. No eran tantos los pobladores, solía recordar Don Maidana y su esposa Angelina Iriarte, quienes cuando llegaron al barrio en 1956 había apenas y quizás, un vecino por manzana. Sin embargo, todos trabajaron con mucho tesón para la naciente comunidad. Desde 1962 se agrupaban en la Sociedad de Fomento Sol de Oro, creada por propia “iniciativa de los vecinos del lugar” (siete u ocho a lo más), como etapa superadora de las reuniones en la casa de Hugo Guilarte. Este diligencioso vecino llegado en 1961 (presidió la Comisión Pro- Luz de Sol de Oro y la Sociedad de Fomento), comprendió la necesidad de tener una escuela propia y para impulsar el pedido, levantó un censo barrial. Fue don Hugo quien además, gestiono y pidió los terrenos fiscales en donde finalmente se levantó la anhelada escuela, en la calle por entonces llamado Rayos de Sol.
Pza. 25 de mayo, 03/1971
El despoblado era tal que la aproximación del único colectivo, propiedad del ezeicense Redondo, podía verse de lejos y les paraba a los vecinos, prácticamente en la puerta de la casa. En ese contexto, los hijos del barrio tenían que acudir a la escuela Nro. 13 (hoy Nº 5, Ricardo Rojas), o la del barrio La Porteña, caminando varias cuadras por calles de tierra.
Izamiento de la bandera por el Sr. H. Guilarte
Para efectuar las gestiones, solo los vecinos Alejandro Moyano y Hugo Guilarte pudieron viajar a La Plata debido a la falta de fondos, recordándose que ese día sólo se alimentaron en base a un paquete de galletitas de agua Criollitas. Cuando las autoridades de turno dieron la ansiada aprobación, ambos gestores se abrazaron y lloraron de alegría, escena que se repitió cuando llegados a su querido barrio trasmitieron la noticia a sus vecinos.
Al no disponer de un edificio, la escuela comenzó a funcionar en la capilla San José Obrero y la inauguración del ciclo lectivo, marzo de 1971, se hizo con un acto en la Plaza 25 de mayo, izando la bandera el Sr. Hugo Guilarte. Con la dirección de la Sra. Nidia Clementina Bertani y dos maestras se dictaron clases, sólo hasta el cuarto grado, en tanto las “aulas” estaban divididas con cortinas de lienzo (que se corrían a un costado cuando se daban misas). La escuela fue bendecida por el Párroco Hugo Ibañez, y la ceremonia de izado de la bandera, se realizaba en el mástil de la plaza.
03/1971 Bendición de las aulas en la capilla San José Obrero
El 19 de abril de 1971 el objetivo se había logrado, se comenzaron a levantar las instalaciones de la escuela de educación primaria E.P. Nº 16 “Hipólito Bouchard” (ex Nº 40), en el número 1766 de la calle que actualmente lleva el nombre de Hugo Guilarte (quien falleciera en 1976), en justo reconocimiento a su acción fomentista.

Juan Carlos Ramirez Leiva

Sr. Hugo Guilarte
Apostillas

A la nueva institución le faltaba un mástil y don Hugo consiguió que una escuela primaria de Luís Guillón, lo donara y allí fueron los vecinos Ceballos, Moyano, don Hugo y su hijo. Tras cavar sin éxito para sacarlo de la vereda en donde se encontraba levantado, uno de ellos consiguió una sierra pero el ruido que hicieron cuando lo comenzaron a cortar fue tal, que los vecinos se alarmaron y los denunciaron por “estar robándose el mástil”. Detenidos los cuatro y conducidos a la comisaría, don Hugo debió esperar que terminara de amonestarlo el Comisario para que se le permita hablar y presentarles la autorización del Consejo Escolar. Finalmente liberados, cumplieron su tarea y la nueva escuela tuvo al fin su mástil.

Ante la falta de mobiliario escolar, los estudiantes debían llevar sus propios banquitos y para combatir los fríos de invierno, los padres de los alumnos llevaban un bracero para climatizar el lugar.

Con la presencia y actuación de la Banda de Infantería de Marina de la Armada Nacional, padrinos de la escuela, se inauguraron las instalaciones.

Juan Carlos Ramirez Leiva

domingo, 3 de mayo de 2020