Se
celebra hoy en nuestro país, el Día Nacional de la Energía Atómica. La Comisión
Nacional de Energía Atómica (CNEA), fue creada el 31 de mayo de 1950 por el
presidente Juan Domingo Perón, a través del Decreto Nº 10.936/50. A 70 años de
su creación, la Comisión continúa dedicándose al estudio, desarrollo y
aplicaciones en todos los aspectos vinculados a la utilización pacífica de la
energía nuclear, desarrollo tecnológico, gestión de residuos radiactivos y formación
de recursos humanos. Estas acciones posicionan al país entre las diez
principales naciones con mayores niveles de desarrollo nuclear y con una alta
contribución a la no proliferación nuclear.
En su
desarrollo, se consolidó en la construcción y operación de reactores de
investigación y sus combustibles, en la producción de radioisótopos y el empleo
de las radiaciones ionizantes para diagnóstico y tratamiento médico, sin dejar
de mencionar que la producción de nucleoelectricidad con solo 2 centrales,
alcanzó el 8 % de la energía eléctrica del país. Durante las dos primeras
presidencias de Perón (1946-1955), se viabilizó la integración tecnológica en
las áreas de energía, aeronáutica, infraestructura e ingeniería civil.
Con la
Revolución Fusiladora de septiembre de 1955 (denominada por los historiadores
oficialistas como Libertadora), el desarrollo del campo nuclear fue transferido
del Ejército a la Marina, quedando a cargo el capitán de Fragata Pedro
Iraolagoitía. La DNEA dejó de existir en términos formales y su patrimonio pasó
a CNEA, sostiene el investigador Mario Hurtado.
El
primer reactor de investigación, el RA-1, alcanzó el estado crítico en enero de
1958; trabajaban en CNEA, alrededor de 250 científicos y 300 técnicos. La
creciente demanda de radioisótopos para usos médicos, impulsó el diseño y
construcción de un reactor de mayor potencia: el RA-2, finalizado en 1966. En
paralelo a su construcción, el grupo de materiales de CNEA diseñó y construyó
los elementos combustibles.
Un
nuevo reactor bautizado RA-3 (de 5 MW), fue puesto a crítico en el Centro
Atómico Ezeiza (CAE) a mediados de mayo de 1967, aunque fue inaugurado en
diciembre y comenzó a operar regularmente a comienzos de 1969. En su
construcción participaron 67 empresas argentinas y junto a este reactor fue
construida una planta de producción de radioisótopos, que comenzó a operar en
1971.
La
imposición de una política económica de desindustrialización y precarización
laboral en 1976, necesitó de una estructura represiva que llevó adelante
prácticas de terrorismo de Estado con dimensiones de genocidio. Durante el
período1976-1983, veinticinco miembros de CNEA fueron secuestrados, quince
figuran desaparecidos, y más de doscientos fueron despedidos.
Juan
Carlos Ramirez Leiva
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