Cuando viajamos, a la vera de la ruta se encuentran plazas que nos dan una ligera síntesis del poblado que estamos cruzando. Cuando miramos una foto antigua, también podemos imaginar la identidad de lo retratado.
1947
Nos parece sentir la brisa que mecen las ramas de los altos e innumerables árboles que bordeaban y daban fresca sombra a la ruta 205, en aquel 1947. Desde la esquina de la Farmacia de Vidal y con toma que cierra hacia la “S” que la ruta pega en “la barrera del Roca” (vista al Sur), se nos muestra un espléndido automóvil estacionado en primer plano cerca de la entrada no asfaltada, de la quinta propiedad de Lorenza Zenavilla Ezeiza, esposa de Ramos Mejía. La digitalización de la foto nos permitió conocer que el coche tenía el volante a la derecha y ello es lógico, no hacía aún un año desde que se dispusiera el cambio de mano que nos rige hasta la actualidad, dejando de lado el modelo inglés. En el folleto original, cedido a la Junta por el Sr. Petrone, el anónimo fotógrafo nos dejo a un fascinado muchacho que mira hacia la cámara a metros del kiosco de diarios de Galván, ya sobre la Plaza Eva Perón. Por detrás, el mástil de la plaza, dos vehículos estacionados sobre el lado Este precedidos por un ciclista, más árboles que no nos permite más que intuir la entrada de la estación de Ezeiza, justo en donde se encuentra estacionado una chata. Nótese además, que no hay calles perpendiculares a la ruta sobre la izquierda.
2009
La ruta, en su paso por la estación, ya no cuenta con espacios vacíos. Los comercios han suplantado a los árboles otrora existentes y ya no es posible fotografiarla sin incluir a los medios de transporte públicos que por ella se desplazan. Mucho más ancha, aún sigue flanqueada por la plaza que volvió a llamarse San Martín, no aparece el kiosco de diarios La Llave de Oro debido a que fuera desplazado más hacia las vías. El mástil ha debido mudar de lugar y dos pinos se destacan: el que plantara Don “Poroto” Álvarez junto a Don Mariani y otros seguidores del naciente peronismo allá por 1946, y el retoño del Pino de San Lorenzo, de 1963. Ambos precedidos por un cartel que nos identifica sobre una plaza que se mantuvo en el tiempo y se presenta al viajero como una postal que habla de nuestra Identidad: una pujante comunidad que crece y transforma los espacios sin dejar de estar en armonía con la naturaleza.
Cada foto, archivo y documento antiguo, no debe ser sólo un papel amarillento sino que debemos comprenderlo como el futuro de nuestro pasado. Invitamos a nuestros paisanos a construir nuestras historias participando, acercándonos testimonios, documentos, fotos. Desde la Junta, pretendemos rescatar, exhibir y preservar los testimonios para sus legítimos dueños, nuestras futuras generaciones.
Juan Carlos Ramirez
Haciendo nuestro aquello de que: "La Historia es ancha y ajena", aportamos buscando mejores comprensiones de nuestro presente.
domingo, 31 de mayo de 2009
lunes, 25 de mayo de 2009
Cincuenta años
Hoy, los ezeizences estamos orgullosos de nuestra ciudad y su constante crecimiento. Las incomodidades que ello atrae nos lleva a veces a añorar aquel paisaje ya lejano en el tiempo, que distaba de ser citadino pero que nos brindaba una inmensa paz y…seguridad. No son pocas las veces que miramos con recelo a los recién llegados mientras comentamos sobre la precariedad de las nuevas viviendas y nos quejamos del tránsito. Sin embargo…
Hace no más de medio siglo, la radicación de nuevos vecinos en el pueblo de Ezeiza comenzó a modificar el paisaje rural. Los grandes espacios vacíos fueron ocupados por viviendas que los residentes históricos consideraron precarias. Los frentistas se quejaban además que del incremento del tránsito, resultaban polvaredas que invadían las casas, muchas de las cuales eran enteramente de chapa (varias subsisten orgullosamente).
La Operación Territorial Ezeiza llevada adelante durante la presidencia de Juan D. Perón, los créditos hipotecarios y su más equitativa política de distribución de ingresos, permitió que el proletariado acumulara y canalizara sus ahorros en la adquisición de la vivienda propia. No todas pudieron ser de “material”, entendiendo como tal a las de mampostería, sino que se alternaban con las construidas con maderas que habían sido parte de los obradores en el aeropuerto (aún en construcción), además de las clásicas casillas prefabricadas.
Si observamos la foto Nº 1, notamos la falta de edificaciones contiguas y que calles y aceras, se confunden en un paisaje verde. La casa, cuya vereda correspondiente ha sido protegida por un alambre para evitar las visitas de mansas vacas, nerviosos toros o curiosos caballos, da frente a la calle Juan José Passo. En el cruce de ésta con Presidente Perón, se encuentra el monte de ligustros que se observa como fondo y que caracterizaba a la 3ª Sección del Barrio Hansen.
La foto Nº 2 nos acerca la misma toma, cincuenta años después. Desaparecieron los baldíos, aparecieron aceras y calles. Ya no hace falta el inofensivo alambre para protegerse del ganado pero aparecieron las rejas como otra instancia en la búsqueda de seguridad. El barrio ahora es conocido como Vecinal, la calle paso a llamarse Florida (desde comienzos de los años ’60), y el proceso de desperonización que comenzó con el golpe de Estado de 1955, rebautizó a la avenida otrora enmarcada por altos ligustrales, como Domingo French.
Juan Carlos Ramirez
domingo, 17 de mayo de 2009
Unitarios y Federales en Ezeiza
Don José Zenón Videla, Alcalde de Hermandad de San Vicente y por tanto encargado del contralor de las tierras que hoy pertenecen al Distrito Ezeiza, informó al cabildo en 1819 que pese a los 14 tenientes que lo secundaban, no podía administrar justicia “sin que el abuso y la intriga brote”. En el oficio sugería que el partido se subdividiera con un alcalde en cada sección, para que sea “regularmente servido”. El Director Supremo recibió el documento con el siguiente comentario: “hallando este cavildo, bastantes fundadas estas consideraciones, y qe. verificada la subdivisión sería mas comoda la elección de los Alcaldes.”
De la terna presentada al cabildo en 1820, resultó electo don Juan Manuel de Rosas como Alcalde de Hermandad. Notificado de la imposición renunció al nombramiento y pese a un “No ha lugar” del Cabildo, insistió en declinar el cargo porque la distancia y las inundaciones del Salado que afectaban la organización de su estancia “Independencia”, se lo impedían. Finalmente un vecino de Cañuelas, don José Hilarión Castro, fue citado “a prestar el juramento de estilo.”
Por documentos que compilara Lucio V. García Ledesma, sabemos que un 22 de enero de 1822 se tomó en cuenta la extensión del partido y se nombró Juez de Paz del Primer Departamento de campaña en San Vicente a don Pedro Pablo Udaquiola y a don José Hilarión Castro en Cañuelas. En las primeras disposiciones es nombrado “Alcalde del Quartel 6” don Ramón Carrizo, con competencia desde “Remedios hasta el Pueblo de San Vizente”, según consta en documento emitido en el “Partido de Cañuelas y Abril 2 de 1822”, por quien firmó como”Jose Ilarión de Castro”.
Don Ramón Carrizo, hombre casado y letrado que tenía regular fortuna y estancia cerca de Los Remedios, fue denunciado por unitario el 14 de mayo de 1831. Hemos encontrado que nuestro primer alcalde en tiempos que pertenecíamos a Cañuelas, era propietario de tierras que figuran en la mensura practicada por el agrimensor G. Kuhr en 1858 (orden Nº 18). Sus herederos, volvieron a mensurar la propiedad mediante el agrimensor V. M. Sousa, en 1881 (orden Nº 60). Portar el apellido Carrizo no era afortunado durante la gobernación de don Juan M. de Rosas. Don Anselmo Carrizo también fue denunciado por unitario. Tenía su estancia en el “pasage de Remedios” y era un soltero de 30 años y regular fortuna pese a no saber leer ni escribir, cuando “se paso a Lavalle", junto con Ramón, de 32 años de edad.
No fueron los únicos perseguidos pues Agustín Márques, catalán de 50 años, fue caratulado como “empecinado” unitario. Sabía leer y escribir y tenía propiedades en nuestro distrito, según consta en el duplicado Nº 4 de la mensura practicada por J. M. Manso en 1827. Don Agustín se sumó a las fuerzas de D. Domingo Guado y de su hermano, Juan José, “unitarios malos” ambos, de 30 y 27 años respectivamente con propiedades en la campaña y que por saber leer y escribir, mantenían “comunicaciones con Lavalle hasta qe. se retiró a la ciudad, famosos perseguidores de los federales y en el día se hallan en la Banda Oriental.”
Por el mismo tiempo, 1835, aunque por motivos menos ideológicos y más pasionales, en tierras cercanas a la estancia Los Remedios (Cuartel 5º de las Cañuelas), se encontró el cadáver de Francisco Ferreira. Actuaron el Alcalde don Francisco Sánchez y el comisionado por el Juez de Paz. De las diligencias practicadas resultó que Juan Centurión, José Gómez y la propia mujer de la víctima, Angela Ruiz, estuvieron implicados en el homicidio. El 7 de junio de 1836 los culpables fueron condenados, en tanto se puso al tanto al defensor de menores para que disponga por los hijos del matrimonio. Fueron fusilados en la actual plaza San Martín de Cañuelas, y sus cuerpos “puestos por 6 horas colgados a la expectación pública”.
En el mes de Mayo y camino al Bicentenario, creímos necesario recordar cómo la gente de nuestra región construyó su historia, limitándonos a reseñar episodios ocurridos en un triángulo aproximadamente formado por una línea que uniría la estación T. Suárez con el río Matanza, teniendo a éste y al arroyo Giménez como los restantes límites.
Juan Carlos RAMIREZ
De la terna presentada al cabildo en 1820, resultó electo don Juan Manuel de Rosas como Alcalde de Hermandad. Notificado de la imposición renunció al nombramiento y pese a un “No ha lugar” del Cabildo, insistió en declinar el cargo porque la distancia y las inundaciones del Salado que afectaban la organización de su estancia “Independencia”, se lo impedían. Finalmente un vecino de Cañuelas, don José Hilarión Castro, fue citado “a prestar el juramento de estilo.”
Por documentos que compilara Lucio V. García Ledesma, sabemos que un 22 de enero de 1822 se tomó en cuenta la extensión del partido y se nombró Juez de Paz del Primer Departamento de campaña en San Vicente a don Pedro Pablo Udaquiola y a don José Hilarión Castro en Cañuelas. En las primeras disposiciones es nombrado “Alcalde del Quartel 6” don Ramón Carrizo, con competencia desde “Remedios hasta el Pueblo de San Vizente”, según consta en documento emitido en el “Partido de Cañuelas y Abril 2 de 1822”, por quien firmó como”Jose Ilarión de Castro”.
Don Ramón Carrizo, hombre casado y letrado que tenía regular fortuna y estancia cerca de Los Remedios, fue denunciado por unitario el 14 de mayo de 1831. Hemos encontrado que nuestro primer alcalde en tiempos que pertenecíamos a Cañuelas, era propietario de tierras que figuran en la mensura practicada por el agrimensor G. Kuhr en 1858 (orden Nº 18). Sus herederos, volvieron a mensurar la propiedad mediante el agrimensor V. M. Sousa, en 1881 (orden Nº 60). Portar el apellido Carrizo no era afortunado durante la gobernación de don Juan M. de Rosas. Don Anselmo Carrizo también fue denunciado por unitario. Tenía su estancia en el “pasage de Remedios” y era un soltero de 30 años y regular fortuna pese a no saber leer ni escribir, cuando “
No fueron los únicos perseguidos pues Agustín Márques, catalán de 50 años, fue caratulado como “empecinado” unitario. Sabía leer y escribir y tenía propiedades en nuestro distrito, según consta en el duplicado Nº 4 de la mensura practicada por J. M. Manso en 1827. Don Agustín se sumó a las fuerzas de D. Domingo Guado y de su hermano, Juan José, “unitarios malos” ambos, de 30 y 27 años respectivamente con propiedades en la campaña y que por saber leer y escribir, mantenían “comunicaciones con Lavalle hasta qe. se retiró a la ciudad, famosos perseguidores de los federales y en el día se hallan en la Banda Oriental.”
Por el mismo tiempo, 1835, aunque por motivos menos ideológicos y más pasionales, en tierras cercanas a la estancia Los Remedios (Cuartel 5º de las Cañuelas), se encontró el cadáver de Francisco Ferreira. Actuaron el Alcalde don Francisco Sánchez y el comisionado por el Juez de Paz. De las diligencias practicadas resultó que Juan Centurión, José Gómez y la propia mujer de la víctima, Angela Ruiz, estuvieron implicados en el homicidio. El 7 de junio de 1836 los culpables fueron condenados, en tanto se puso al tanto al defensor de menores para que disponga por los hijos del matrimonio. Fueron fusilados en la actual plaza San Martín de Cañuelas, y sus cuerpos “puestos por 6 horas colgados a la expectación pública”.
En el mes de Mayo y camino al Bicentenario, creímos necesario recordar cómo la gente de nuestra región construyó su historia, limitándonos a reseñar episodios ocurridos en un triángulo aproximadamente formado por una línea que uniría la estación T. Suárez con el río Matanza, teniendo a éste y al arroyo Giménez como los restantes límites.
Juan Carlos RAMIREZ
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