De la terna presentada al cabildo en 1820, resultó electo don Juan Manuel de Rosas como Alcalde de Hermandad. Notificado de la imposición renunció al nombramiento y pese a un “No ha lugar” del Cabildo, insistió en declinar el cargo porque la distancia y las inundaciones del Salado que afectaban la organización de su estancia “Independencia”, se lo impedían. Finalmente un vecino de Cañuelas, don José Hilarión Castro, fue citado “a prestar el juramento de estilo.”
Por documentos que compilara Lucio V. García Ledesma, sabemos que un 22 de enero de 1822 se tomó en cuenta la extensión del partido y se nombró Juez de Paz del Primer Departamento de campaña en San Vicente a don Pedro Pablo Udaquiola y a don José Hilarión Castro en Cañuelas. En las primeras disposiciones es nombrado “Alcalde del Quartel 6” don Ramón Carrizo, con competencia desde “Remedios hasta el Pueblo de San Vizente”, según consta en documento emitido en el “Partido de Cañuelas y Abril 2 de 1822”, por quien firmó como”Jose Ilarión de Castro”.
Don Ramón Carrizo, hombre casado y letrado que tenía regular fortuna y estancia cerca de Los Remedios, fue denunciado por unitario el 14 de mayo de 1831. Hemos encontrado que nuestro primer alcalde en tiempos que pertenecíamos a Cañuelas, era propietario de tierras que figuran en la mensura practicada por el agrimensor G. Kuhr en 1858 (orden Nº 18). Sus herederos, volvieron a mensurar la propiedad mediante el agrimensor V. M. Sousa, en 1881 (orden Nº 60). Portar el apellido Carrizo no era afortunado durante la gobernación de don Juan M. de Rosas. Don Anselmo Carrizo también fue denunciado por unitario. Tenía su estancia en el “pasage de Remedios” y era un soltero de 30 años y regular fortuna pese a no saber leer ni escribir, cuando “
No fueron los únicos perseguidos pues Agustín Márques, catalán de 50 años, fue caratulado como “empecinado” unitario. Sabía leer y escribir y tenía propiedades en nuestro distrito, según consta en el duplicado Nº 4 de la mensura practicada por J. M. Manso en 1827. Don Agustín se sumó a las fuerzas de D. Domingo Guado y de su hermano, Juan José, “unitarios malos” ambos, de 30 y 27 años respectivamente con propiedades en la campaña y que por saber leer y escribir, mantenían “comunicaciones con Lavalle hasta qe. se retiró a la ciudad, famosos perseguidores de los federales y en el día se hallan en la Banda Oriental.”
Por el mismo tiempo, 1835, aunque por motivos menos ideológicos y más pasionales, en tierras cercanas a la estancia Los Remedios (Cuartel 5º de las Cañuelas), se encontró el cadáver de Francisco Ferreira. Actuaron el Alcalde don Francisco Sánchez y el comisionado por el Juez de Paz. De las diligencias practicadas resultó que Juan Centurión, José Gómez y la propia mujer de la víctima, Angela Ruiz, estuvieron implicados en el homicidio. El 7 de junio de 1836 los culpables fueron condenados, en tanto se puso al tanto al defensor de menores para que disponga por los hijos del matrimonio. Fueron fusilados en la actual plaza San Martín de Cañuelas, y sus cuerpos “puestos por 6 horas colgados a la expectación pública”.
En el mes de Mayo y camino al Bicentenario, creímos necesario recordar cómo la gente de nuestra región construyó su historia, limitándonos a reseñar episodios ocurridos en un triángulo aproximadamente formado por una línea que uniría la estación T. Suárez con el río Matanza, teniendo a éste y al arroyo Giménez como los restantes límites.
Juan Carlos RAMIREZ
Hola
ResponderEliminarDesciendo de PEDRO PABLO UDAQUILA, gracias por nombrarlo en tu Blog.
Te invito al mi
bitacoradeunagenealogistaaficionada.blogspot.com
Saludos