miércoles, 15 de abril de 2015

La milicia sanitaria de Eva Perón

En la Escuela de Enfermeras..... 
Tenían el día organizado "para cultivar el espíritu, la mente y las condiciones físicas". Se despertaban al alba, hacían gimnasia, se duchaban y tomaban clases teóricas. Incluían Anatomía, Fisiología y también Doctrina Peronista. Almorzaban "respondiendo a un régimen alimentario científico". Volvían a hacer deporte y se retiraban a limpiar su cuarto, "bajo el más estricto aseo", sus tres uniformes reglamentarios, y su alma: "antes del sueño reparador" debían realizar "un examen de conciencia, preguntándose qué han hecho para la felicidad de la comunidad y de la patria". No podían mentir. Estas eran algunas de las normas que cumplieron las mujeres, de entre 16 y 21 años, que se sumaron a la Escuela de Enfermeras de la Fundación Eva Perón. Esta verdadera milicia sanitaria fue creada a principios de 1948 y llegó a formar 858 enfermeras y 430 especialistas, cifra récord para la época. Pero el sueño dorado duró poco: con el golpe del '55, las persiguieron, les allanaron las casas y les quemaron hasta los uniformes. Su historia fue silenciada.
En su mayoría eran chicas humildes, a las que no les importaba nada más que "servir a su pueblo". Todo lo que pudieran hacer, para ellas, era poco, porque la escuela significaba "la dignidad, la vida". El rigor era lo de menos. Así lo recuerda María Luisa Fernández: "Abnegación, desinterés y amor, esa era la frase de Evita. Y nosotras lo vivíamos así, no se nos ocurría cuestionarlo".
Lo mismo cree Nilda Cabrera, egresada de la escuela en 1951: "En nuestras vidas no habíamos ido ni a La Salada -relató a este diario-. Era un sueño para nosotras. La primera vez que me subí a un avión fue para ir a Ecuador. Después a Perú. Y nos recibía el presidente del país".
Por eso se sentían elegidas, por conocer países latinoamericanos y europeos, príncipes y presidentes. Sentían que las habían transformado y, en definitiva, ese era el objetivo de la Escuela: formar "misioneras de paz", siempre "dentro de la norma disciplinaria". Así lo explicó Adelina Fiora, la primera regenta: "muchas venían de hogares muy humildes y desconocían por completo el sentido de la disciplina, indispensable para el estudio que emprendían. Se me ocurrió que una manera de enseñarles a organizarse era izar y arriar la bandera en el patio. Tal como hacen en la escuela primaria y secundaria." Y funcionó.
La idea tenía dos fuentes de inspiración muy concretas: el justicialismo, de raíz socialcristiana, y el proyecto del médico Ramón Carrillo para cambiar el mapa sanitario argentino. En 1945, por ejemplo, en la provincia de Jujuy, se morían 300 bebés de cada mil que nacían. Carrillo sostenía que debía formar a 20 mil enfermeras profesionales, para el cuidado de la población civil, pero también para la defensa nacional en casos extremos, como guerras y catástrofes. En su "Plan Analítico de Salud Pública" (1947) sostuvo que por medio de la medicina asistencial, la sanitaria y la social podía cambiarse la realidad.
Y el plan se puso en práctica. Hasta ese momento, la escuela de enfermería más conocida, tal vez, era la de la Cruz Roja Argentina. Para el peronismo, ninguna de las dos servía: eran del sistema capitalista. Bajo los parámetros de Eva y Carrillo, las alumnas debían tener otros principios: "No creen ofrecer limosnas, no entienden que van a regalar ayuda a los pobres: están regidas por el concepto justicialista, que constituye la base de la entidad central a la que pertenece. No esperan el llamado de los necesitados, se dedican organizadamente a buscar a quienes necesitan auxilio", detalla una publicación de 1949, de la propia escuela. Para las alumnas era sencillo: la Cruz Roja era para la aristocracia. "Era gente de dinero, de doble y de triple apellido. Se anotaban para casarse con un médico. Nosotras éramos el Pueblo, las grasitas", explica María Luisa. Grasitas o no, tenían que pasar exámenes, bolillero de por medio "Llegábamos re nerviosas", agrega.
El programa se considera de los más completos del momento: en primer año tenían Anatomía y Fisiología, Semiología (Médica), Higiene y Epidemiología General, Defensa Nacional, Historia de la Enfermería y Moral y Doctrina Peronista. En segundo: Enfermería Quirúrgica, Enfermería Clínica, Primeros Auxilios, Medicina Social y Doctrina Peronista. Y en tercero: Obstetricia y Ginecología, Infecciosas, Puericultura y Pediatría, Dietética y Arte Culinario, Neuropsiquiatría y Doctrina Peronista. Además, podían optar por estudiar un año más y recibirse como especialistas en Anestesia, Hemoterapia, Laboratorio y Asistencia Dental, entre otras. Resulta evidente que la única materia que se repetía año tras año era Doctrina Peronista. El objetivo era muy concreto, formar enfermeras, pero justicialistas: "la alumna es preparada para el civismo -remarcaban los escritos-, pues con la conquista de los derechos políticos de la mujer, adquiere gran importancia la capacitación de la juventud femenina en ese campo". Se buscaba revolucionar la enfermería y el país. Como consideraban que no había material de formación suficiente, la escuela contaba con un equipo auxiliar de taquígrafas. De esa manera, se tomaba nota de las clases, para preparar los apuntes que después repartían en forma gratuita. Igual que los uniformes (reglamentario interno, de labor y de gala) y que las habitaciones individuales para las que venían del interior y la comida.
"Todo era revolucionario -sostiene Nilda-. Nos enseñaban a manejar, motos, jeeps y ambulancias." Es que a su cargo tenían 200 motos, los jeeps blancos, equipados con carpas, camillas y botiquines y las varias "ambulancia-hospital", una suerte de motor-home, con diez camas en su interior y una cabina de operaciones. Contaban también con equipo para realizar transfusión y oxigenoterapia. Tenían, además, hasta perros amaestrados, que transportaban botiquines de aluminio.
 "La disciplina era una cosa que se nos inculcaba mucho -detalló Delia Maldonado-. La primera lección que se nos dio fue la de saludar siempre al paciente. Y preguntarle cómo se sentía. Jamás se prendían las luces de la sala ni se despertaba a los pacientes batiendo las manos o gritando."
Así se los había pedido la propia Evita, el 14 de septiembre de 1950, cuando la Escuela se incorporó a la Fundación Eva Perón. "En este acto le prometo al Presidente -sostuvo- que vamos a formar muchas enfermeras para ofrecerles a la patria, mujeres sacrificadas, capaces y dignas del pueblo argentino. Ustedes nunca podrán saber lo mucho que las quiero, nunca podrán comprender el profundo cariño que siente su presidenta hacia todas sus colaboradoras, nunca podrán comprender el amor entrañable y la satisfacción enorme que siento cuando veo una enfermera de la Fundación. Este afecto nace porque ustedes son artífices de esta gran obra, porque ponen no sólo el trabajo incansable sino el espíritu, porque colaboran conmigo para demostrar a nuestro presidente y al Pueblo  de lo que somos capaces las mujeres argentinas, cuando  amamos y trabajamos."
Los deseos de Evita se apagaron con su muerte. No pudo, como hubiera querido, verlas egresar, ni darles sus diplomas, aunque algunos llegó a firmarlos. "Ella nos creó, pero como enfermeras, no pudimos hacer nada -dice Nilda, quien todavía conserva el título con la rúbrica de Evita.

Tuvimos mucho dolor, lloramos mucho." Ese, tal vez, fue el prólogo de la tragedia: con el golpe del '55, las enfermeras fueron perseguidas, allanaron sus casas, quemaron sus uniformes, sus apuntes y hasta los legajos de los hospitales. "Se vivió todo el odio", resume María Luisa
Con la dedicación y el esmero que sólo el odio rumiado durante años puede dar, los militares llegaron, incluso, a quitar una placa de un monumento que homenajeaba a dos enfermeras. Todavía hoy se lo puede ver en la avenida Costanera. Al fijar la vista se ve a dos mujeres, como recortadas por las llamas, sobre las alas de un avión. Son Amanda Allen y Luisa Komel.
El 27 de septiembre de 1949, las enfermeras volvían en avión de Ecuador, adonde habían viajado para socorrer a las víctimas de un terremoto. Cuando estaban por llegar a la base de Morón, la máquina empezó a incendiarse. Dicen que, para ahogar el pánico,  cantaron "Los muchachos peronistas". Evita había querido recibirlos. Así lo recordó su hermana Erminda Duarte: "Querías ser la primera en darles la bienvenida. En abrazar a las abnegadas muchachas. Y de pronto la noticia: el avión había caído. El pueblo que te acompañaba permaneció en un silencio consternado. Y de pronto te sacudió un llanto sin consuelo."
La angustia por las cuatro muertes y los heridos fue tanta que decidieron homenajear a las enfermeras con el monumento que, incluso hoy, algunos creen que es por el accidente de LAPA. Pero no. Así como los golpistas prohibieron hasta la mención de Perón y el peronismo, sacaron la placa que recordaba a las "misioneras de la paz", al "cuerpo de samaritanas", a las mismas que con su relato empiezan a reconstruir esta historia. Silenciada, hasta hoy, por la intolerancia.
. "Ese día -agrega Nilda- empezamos a ver los aviones, los médicos corrían como locos. Yo trabajaba en el Policlínico San Martín, al rato empezaron a abrir puertas y se robaron todo: vajilla, nebulizadores, aparatos de presión. Todo. Fueron a mi casa, y mi mamá les tuvo que dar hasta las fotos. Pobrecita, estaba muy asustada."

Publicado en Tiempo Argentino; 25 de julio 2010.

jueves, 2 de abril de 2015

Jorge Arturo Lazzarini. Héroe en Malvinas

En enero de 1833, la poderosa flota inglesa desalojó por la fuerza a las autoridades argentinas legítimamente establecidas en el archipiélago. Desde aquel día Argentina no ha dejado de reclamarinternacionalmente la usurpación por todos los medios valederos, menos uno.
  La trágica decisión de la dictadura que se enseñoreó en nuestro país el 24 de marzo de 1976, declaró una guerra inconsulta y envió a una muerte absurda a cientos de nuestros jóvenes. Los alumnos de la E.S.B. Nº 14, propusieron esta entrevista colectiva para rendirle un justo y sentido homenaje a todos los Veteranos de Malvinas.

============================================

Reportaje a un Veterano

-- Cuándo se enteró que iba a pelear en Malvinas
-- Estaba esperando que me dieran la baja del Servicio Militar cuando nos prepararon. No sabíamos dónde quedaban las Malvinas. Yo estaba en Curuzú Cuatiá, en Corrientes.
-- Adónde te mandaron
-- A una trinchera donde no teníamos descanso, andábamos todos con la ropa puesta todo el día. Dormíamos en la trinchera, adentro del barro. No podíamos salir. Ahí comíamos y hacíamos todo lo que teníamos que hacer. Por ahí me tocaba salir de patrulla. Bueno….si volvía, volvía. Y si no, mala suerte.
-- ¿Vos hacías patrulla?
-- Me tocó dos veces en helicóptero, lo peor que hay. También hice patrulla en camión; por ahí pisábamos una mina y volábamos también. Teníamos miedo. Ojo, yo tenía miedo también, no crean que era tan valiente. Primero no tenía miedo pero cuando cayó una bomba a 20 metros míos, sí. Mis compañeros eran tres soldados y un sargento; un compañero lloraba. Uno se mató. Siempre estará conmigo, siempre.
-- ¿Qué sentís en cada aniversario? ¿Recordas algo bueno?
-- Siento un gran orgullo. Lo único bueno es que el 25 de Mayo tomamos chocolate. Yo no sabía lo que era una guerra, nada más que en películas. Yo estuve cavando tumbas ¿Uds. saben lo que es enterrar a tus compañeros ahí? Un dolor muy feo. En la guerra no hay cosa buena.
-- Cuando regresaron a Buenos Aires ¿Qué pasó?
-- Los ingleses me tuvieron prisionero en un barco y recién en julio llegué a Buenos Aires y me escondieron porque no querían que habláramos. Estuvimos presos en Campo de Mayo. Cuando regresé a mi pueblo mi papá casi se desmayó porque no sabía que estaba vivo. Nunca recibieron mis cartas.
-- Tenías novia
-- Antes de ir a la guerra sí, pero se mató. María se ahorcó cuando se enteró que yo estaba en la guerra. Me enteré cuando regresé. Fue el peor momento de mi vida porque se ahorcó, me iba a casar con ella.
-- ¿Alguna vez te olvidas de Malvinas?
-- No. Es una parte mía. Muchos recuerdos tengo allá, mucha pena que ya no están mis compañeros. Yo casi dejo la vida allí.
-- Cómo fue tu vida después de la guerra
-- Por un tiempo andaba mal, hasta que fui al médico y me trataron. Tomaba pastillas hasta que más o menos puse en la balanza…viste. Estuve así diez años, más o menos. Cuando estamos mal de la cabeza, nos vamos solito para Campo de Mayo.

Reportaje colectivo de los alumnos de la E.S.B. Nº 14, del Barrio Vista Linda de Tristán Suárez.
Proyecto: Entrevistas a la Comunidad 2006
Responsable: Profesor Juan Carlos Ramírez

====================================

  Cuqui, cuyo nombre real es Jorge Arturo Lazzarini y es uno de los héroes que combatieron en Malvinas, desde noviembre de 1983 se encuentra radicado en Tristán Suárez. Nació en Sauce, localidad cercana a Curuzú Cuatía, provincia de Corrientes, el 16/01/1962. De trato amable, accedió al diálogo propuesto por los alumnos a quiénes alentó a preguntar sin temor a que le causaren daño, ya que aseguró que lo peor lo había pasado durante la guerra. La nota se realizó en la E.S.B. Nº 14, en donde se desempeña como auxiliar, en el 2006. Fue publicada en diferentes medios

.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Discontinuidad

Por razones estrictamente personales no profesionales, esta página sufrió una discontinuidad en sus publicaciones y por un tiempo, esta situación no deseada se mantendrá. Sepan uds. disculpar.
A todos aquellos que me han acompañado, ya virtualmente, ya en el trato personal, les quedo sumamente agradecido por su calidez tan generosa.

Juan Carlos Ramirez

Editor

miércoles, 2 de abril de 2014

Giachino. El Represor


En la mañana del domingo 13 de abril del 2003, se descubrió un busto del Capitán de Fragata de Infantería de Marina (PM) Don Pedro Edgardo Giachino en la plaza Juan .Manuel de Rosas de la ciudad de Carlos Spegazzini. El busto fue erigido por disposición del Honorable Consejo Deliberante de Ezeiza, en una ceremonia presidida por el Intendente señor Alejandro Granados, contándose con la presencia del Presidente del Consejo Deliberante señor Armando Nieto; la señora madre del Capitán Giachino, Doña María Felicia Rearte de Giachino; el Comandante de la Fuerza de Desembarco durante la Operación Rosario, Contraalmirante de Infantería de Marina (RE) Don Carlos Busser; el comandante del Destructor “Santísima Trinidad” durante la referida Operación, Contraalmirante (RE) Don José Luis Tejo; una comisión de personal superior y subalterno de la Armada Argentina, junto con la banda de esa Fuerza; funcionarios comunales de Ezeiza; autoridades policiales de dicho partido; miembros de las asociaciones de veteranos“Agrupación Combatientes de Malvinas” de Ezeiza, “Unión ex Combatientes de Malvinas”, de Tigre, y “Ex Combatientes de la Guerra de Malvinas” de Polvorines; el artista autor del busto, señor Sergio Marcel Daverio; acto al que tuvieron que acudir representantes de las escuelas primarias y secundarias de Spegazzini con sus respectivos abanderados. El monumento fue bendecido por Monseñor Andrés Karame, quien con encendidas palabras exaltó la santidad de la gloria alcanzada por el héroe, el que “no fue para matar, sino para entregarse en holocausto por su patria”

Quién fue Giachino, sin dudas, un Héroe en Malvinas. Quién fue Giachino antes de la guerra a la que no fue para matar, es otra cosa.
De acuerdo a las fuentes que consultara el investigador Gustavo Veiga, en el legajo de Pedro Giachino figuran dos de sus deseos: “Ocupar un puesto que me permita intervenir activamente en la lucha contra la subversión” y “efectuar el Curso de Guerra Subversiva en la Escuela de las Américas de Panamá”. Su evaluador, el capitán de fragata Juan Carlos Moeremans, sugirió a la superioridad: “Debe ser destinado a una unidad operativa”.
Así comenzaba la carrera de quien fue ascendido posmorten, como reconocimiento por su participación en la criminal aventura malvinera, que ordenaran llevar adelante los líderes de aquella sangrienta dictadura que anulara la democracia en 1976. La historia oficial trata de héroe al capitán de fragata Pedro Edgardo Giachino, porque cayó en combate en Puerto Argentino el 2 de abril de 1982. Se pretende, y se lo ha logrado, que el trágico resultado de su protagonismo en la Guerra de Malvinas, borre su pasado como represor de la dictadura.
Se  ha comprobado que los buzos tácticos de Mar del Plata formaban parte del centro clandestino de detención y tortura que funcionó en la Base Naval local, y fue el conscripto Juan José María Parietti quien relató cómo eran las instalaciones y cómo actuaba el pelotón de vigilancia y seguridad del cual Giachino era responsable en 1976. Testimonios como el de Ana Rosa Frigerio, y los que se emitieron en los Juicios Por la Verdad del 2001, señalan que el héroe de Malvinas fue el encargado de la seguridad de la Base Naval de Mar del Plata.
Con el grado de Teniente de Corbeta, el represor Giachino estuvo destinado en Zárate- Campana, eje conocido como Área 400, y allí le ordenó al Cabo Segundo de Infantería de Marina Alfredo Molinari, que ejecutara a un detenido. Esto consta en la declaración del 24 de febrero de 2010, ante el juez federal de Santiago del Estero Daniel Molinari y su secretario, Federico Bothamley. Testimonio Molinari que en 1977, “alrededor de la 1.30 o 2 de la mañana” le ordenaron ir a “una pieza que la ocupaban para interrogatorio” y que allí un hombre arrodillado “estaba encapuchado, atado de pies y manos”. El Cabo Segundo recibió de Giachino, la orden de que saque su arma, que la cargue y que mate al detenido, pero que él se negó y entonces Giachino lo empezó a tratar de cobarde, diciéndole “‘basura’, usted no se merece ser un infante de marina, mándese a mudar de aquí”. También le dijo “‘bípedo, yo me voy a encargar de usted’. En agosto de 1978, según publicó Pagina 12 (10/07/2011), Molinari fue degradado a marinero de segunda, arrestado y enviado al frente durante el conflicto limítrofe con Chile, hasta que solicitó la baja en febrero de 1979.

Juan Carlos Ramirez

martes, 27 de agosto de 2013

Centro ilegal de detención Monte Grande

La Red Federal de Sitios de Memoria que coordina el Archivo Nacional de la Memoria, señalizo el ex centro de detención ilegal que funcionara en la Comisaría Nro. 1 de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. La política de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación permite visibilizar con la señalización, el lugar en donde el terrorismo de estado se enseñoreo y que hoy, con la política de preservación de los espacios vinculados con la represión ilegal, dan valor testimonial.
 La Coordinadora Ejecutiva del Archivo Nacional de la Memoria, Judith Said, destacó que la señalización es un acto de reparación a la Memoria de los Detenidos Desaparecidos, a los combatientes, a los sobrevivientes, y a los familiares. Se sigue el camino que iniciaran las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, y enfatizó que no se va a retroceder en esa política, respetando la Constitución y “acompañando a todos los que respetan y dignifican la vida del ser humano”.
Junto a los sobrevivientes y a los familiares de Detenidos Desaparecidos que allí estuvieron luego de pasar los horrores de El Vesubio, estuvo la Madre de la Línea Fundadora Aida Bogo de Sarti; su hija, paso por este centro ilegal de detenciones antes de ser trasladada y perderse su rastro. El Secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Guido Carlotto, recordó que ya se han visibilizado 12 sitios desde que iniciara su gestión y que el intendente se comprometió asumir la política de los Derechos Humanos como política municipal, como ya lo hicieran 59 distritos.
En el acto, al que asistieron más de trescientas personas, estuvieron presentes el intendente del municipio, Fernando Gray; el Director del Área de Derechos Humanos, Horacio Cruz; EL Movimiento Evita; SUTEBA; docentes y estudiantes, la Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza, y el ISFD Elvira J. R. de Voglino, el profesorado de Tristán Suárez.
Esperamos que en el Distrito Ezeiza ese convenio sea también refrendado y que se avance en la creación de una Secretaria de Derechos Humanos que continúe el trabajo que están realizando docentes, familiares y vecinos. Así como se coloco una baldosa recordatoria por la desaparición de Eduardo Ramos Mejía, trabajamos para que sea señalado el sitio desde donde desaparecieron a Marta Alonso, o en la casa en donde viviera Eduardo Delfino. Sabemos que hay otras víctimas de las cuales conocemos aún muy poco, y que aún no se ha podido ubicar cual fue el sitio citado por la CONADEP bajo el nombre de La 205.
Cumpliendo la Ley Nacional 26691, fue que se impuso la señalización el pasado viernes 23 de agosto, lo que es un recordatorio a los integrantes de las fuerzas de seguridad de que lo que paso no puede volver a suceder, es un fuerte llamado de atención imposible de evitar cada vez que se transite o ingrese a la Comisaria ubicada en Sofia T. Santamarina 474 de la ciudad de Monte Grande.
Estas acciones dentro de la Lucha de la Memoria, Verdad y Justicia, nos permiten centrarnos en la construcción de una conciencia operativa que se transforme en praxis, para la concreción efectiva de una sociedad humanizada.

martes, 23 de julio de 2013

Bosques de Ezeiza

Si tuviera que explicar, supongamos a un turista, el significado del peronismo en materia de obra pública, no dudaría ni un segundo: lo subiría a un auto y lo llevaría a Ezeiza, donde se encuentra, en pocos kilómetros cuadrados, un resumen de buena parte del ideario peronista del "período clásico": Autopista Ricchieri, Aeropuerto Internacional, Centro Atómico, el Barrio Uno, Hospitales, un Centro Deportivo, las piletas populares, viviendas del Fo.Na.Vi, caminos afaltados, un bosque con más de dos millones de árboles de distintas especies, y si tenemos tiempo, muy cerca de allí, Ciudad Evita: una pueblo pensado para que vivan allí más de 50 mil habitantes, con todas las comodidades del caso.

Fotos de Garcia -Aguilera- Gini
Todo ello, con el plus de tratarse de obras que fueron gestadas pensando en que pudieran ser utilizadas por familias de trabajadores.
Luego, le explicaría que los gobiernos que sucedieron a Perón, se encargaron eficazmente de la degradación material de toda esa infraestructura. En el caso de las piletas, por ejemplo, hasta se tomaron el trabajo de bombardearlas desde el aire, por orden expresa del Almirante Isaac Rojas.
En cuanto al hermoso bosque de casi 600 hectáreas (ideado, como tantas otras obras, por el General Ingeniero Juan Pistarini), como no lo pudieron hacer desaparecer, lo abandonaron a la buena de Dios. Durante décadas, sus caminos se fueron deteriorando, y muchas de las especies que habían sido traídas de Europa por el mismo Pistarini, se perdieron para siempre.
Lo que había sido concebido como un lugar para que se cumpliera un derecho de los trabajadores -el de la recreación- se fue convirtiendo en un enorme descampado salpicado de ruinas.
En febrero de 2009 (tarde pero al fin), el Gobierno Nacional puso en manos del Ministerio de Desarrollo Social la recuperación del área (bosque + piletas + complejo deportivo).
Publicado en conurbanos.blogspot.com.ar

lunes, 22 de julio de 2013

1973, 20 de junio

En nuestro afán de construir una historia social colectiva del Distrito Ezeiza, la periodista Bini Peñuelas nos hace el siguiente aporte, con las participaciones de sus asociados en una red social virtual .

20 de Junio de 1973 - 2013 …
Es la memoria un gran don, cualidád muy meritoria;
" ...................................................................
y aquellos que en esta historia sospechen que les doy palo,
sepan que olvidar lo malo también es tener memoria."
Fragmento del Martín Fierro, de José Hernández.

Hace 40 años que esperábamos a Perón. En en el Puente del Trébol, energúmenos de esta Nación impidieron ese encuentro; la antinomia rompió para siempre la coherencia y el consenso en la Argentina. Es un día de Duelo, también por el General Belgrano.
Patti Arizaga: Bruselas Bélgica: Estas hablando del famoso año 1973 ??? Si es eso, creo que nunca podremos olvidar las imágenes de horror que nos toco vivir!!
Marta Perez Dipaola: Maldonado Uruguay ha escrito : "y a mi mente viene cuando a mi papito se lo llevaban los gendarmes de madrugada (16 de junio del'55) y lo tiraban en la puerta con la espalda tapada de latigazos. Y no solo recuerdo eso cuando me lo ponían de rodillas apuntado x un arma en su cabeza en la parada del bus, y a la hora de la escuela en la escalera, recuerdo un día, de un lado mi papito ( Fermín Pérez) y del otro lado don Perrone. Solo por haber escrito una canción a Evita y al club del barrio (Defensores). Lo único que lograron es que viviera toda mi vida con esa imagen de mi papito que de verdad, no se lo merecía. Bueno yo tengo muchos más recuerdos pero mejor no le demos de comer a esos monstruos .te quiero amigaza."
Hugo Perrone Chicago. EEUU ha escrito: "yo estaba apostado con la vieja (su mamá Lidia de Perrone) y un amigo de la secundaria, y tuvimos que tirarnos cuerpo a tierra, podíamos sentir las balas que nos pasaban casi rozando, puta, todavía cuando me acuerdo escucho ese silbido infernal, los hdp estaban apostados en los pinos de las piletas (Olímpicas) y de ahí tiraban"
Raúl Cabrera Ciudad Autónoma BA ha escrito: "Somos sobrevivientes y parte de esa historia que, como hace 200 años marca nuestras miserias y bajezas sectoriales. Siempre los intereses poderosos de los muy poderosos ponen lágrimas en nuestras ilusiones. Estuvimos allí. No me la tienen que contar. . . ¡¡¡ Cómo nos cagaron !!! . . . ¡¡¡ Cómo nos mataron !!! . Nuestra piel ceniza no nos dejará olvidar Compañera .... NUNCA MÁS ... Aprendamos de una vez y enseñemos a nuestra prole que callarse es ser cómplice é indigno ... VIVA NUESTRA PATRIA !!!!!!! AUNQUE SEA LA DE NUESTROS JÓVENES SUEÑOS ....... Y HONOR A LOS ÁNGELES CAÍDOS ......"
Adriana Elsa Coirini Pcia de BsAs ha escrito: "Así es....compañero Raúl....si no se vivió no podemos contar...a mis hij@s y niet@s.....solo les muestro las marcas de los cardos altos..entre los que corrí en las piernas, los brazos, espinas que "mis viejos" ...me sacaron con una pinza de depilar (Escenas previas a la masacre ), que nos perdimos con los compañeros de grupo, unos para un lado otros para otro....y porqué muchos estaban tomando mate en su casa...dando órrdenes....."animémonos...y vayan".....Por TODOS los PRESENTES !!..que ya no están...VIVA NUESTRA PATRIA!!!!!"


Chiqui Ranuccio Monte Grande ha escrito: "Chiqui corría con Daniel Pantano (esposo)por el cantero central de la autopista en el Puente con 8 meses de embarazo, inolvidable!" (No existía el paredón guarda rail del centro de las calzadas, era un cantero de césped)
Bini Peñuelas Barrio Uno Ezeiza BsAs: Muchísimas gracias a todos por dar testimonio de uno de los momentos más terribles de la historia, que nos tocó vivir. A nosotros nos acuartelaron desde el día 19 en el Hospital, para entonces, designado centro de derivación y desgraciadamente nos tocó recibir a los heridos y también los cadáveres.
Dedicada al Topo y a Fatiga
La orden fue el registro de identificación de las personas que ingresaban. Pasaron 40 años y aún recuerdo la voz del chico que me gritó: “Se me va la vida por este agujero y vos me estás preguntando cómo me llamo” mientras los médicos atendían el shock. Tuve que revisar sus bolsillos para saber su nombre. Encontré el carnet de afiliado al partido peronista; fue trasladado en helicóptero al Evita… luego supe su muerte. En el caos, ingresaron a alguien en camilla y nos miramos con el inolvidable Dr Mohr que entrecerrando los ojos me hizo un gesto negativo con la cabeza. Lo miré desesperada diciendo “Yo no lo voy a revisar” El se agachó…y me entregó sus pertenencias. Fue un momento atroz. Era una de las personas que ingresaron muertas… …El trabajo de registro que hicimos fue esencial para la identificación de personas, sirvió para que muchos familiares rastrearan a sus seres perdidos en la huida-desbande que se produjo durante los tiroteos.
El registro de defunciones ingresadas, fue de diez personas. Se desconocen muertes producidas a posteriori en otros centros, pero el trabajo estadístico y de atención, sirvió para que el personal del hospital fuera felicitado en su Legajo por su desempeño y comportamiento.
Aún hoy dirigentes activos como Dante Gullo, diputado nacional l y referente del comando de organización entonces, apostado en el Hogar Escuela ese día, persiste en el error que los hechos se produjeron en Puente 12 situado, a 10 kms del Puente del Trébol donde ocurrió realmente la masacre. (Creemos que el Diputado tuvo tiempo en 40 años de reparar su error de ubicación)Igual la conmoción hace años que perdura y lo que es peor, no sirvió para nada… …. Gracias por los testimonios, esto nos ha revivido tal vez, hechos que quisiéramos no recordar, pero fue y es la vida.
Gustavo Roberto D'Antiochia Ciudad Evita BsAs ha escrito: "Bini , tu relato es historia pura , dura y triste por los momentos vividos pero Historia !! Gracias por compartirla !!” (*)
(*) Recopilación de los correos de FB intercambiados con personas vinculadas con la Dirección de este periódico en el 40° aniversario de la Masacre de Ezeiza y el día del regreso del General Perón a la Argentina
Este mi aporte a un retazo de una historia que nos perseguirá para siempre... Un Abrazo

Por: Bini peñuelas

lunes, 15 de julio de 2013

Don José Antonio Giugno, en la visión de Bini Peñuelas

En la estratégica Messina, centro de operaciones entre el mariscal alemán Erwin Rommel, comandante del Afrika Korps de Hitler y el legendario general británico Bernard Montgómery, durante la segunda guerra mundial, nació este “tano flaco, alto y elegante” que a los 18 años emigró a la Argentina en el vapor San Giorgio. Había nacido el 2 de Mayo de 1933, su infancia y adolescencia fue atravesada por la guerra, siguió los pasos de su hermano Salvador que había emigrado un tiempo antes. No pasó por el Hotel de los Inmigrantes por que fue su hermano a buscarlo al puerto y se lo llevó al norte de Bs.As. Había estudiado mecánica en su Sicilia natal; tenía un oficio, cualidad excluyente para los permisos de inmigración. Como su hermano ya trabajaba en la construcción del aeropuerto lo recomendó. Lo hospedaron en el Campamento 4 en cuchetas y junto a cientos de croatas, polacos, gallegos, y criollos y comenzó lavando motores en la “Intendencia” (modo en que llama-ban al lugar desde donde se administraba el obrador detrás del casco de La Valentina y el frigorífico El Lazo). En los talleres, arreglando tractores, topadoras y palas mecánicas comenzó a ponerles a punto los vehículos al General Juan Pistarini y al Tte Cnel Gregorio Morillas “que tenía un Ford 47”, hasta que Morillas lo tomó de cadete mensajero chofer a su servicio. Su memoria está plena de nombres que hicieron la historia de la zona, Dn José Antonio Giugno, no le da importancia. Presenció la inauguración del cine teatro Las Vegas en Barrio Uno “en el '51, tiraron fuegos artificiales y hubo helados para todo el mundo, fue una fiesta, había mucha gente y estaba el personal y ya estaba terminado el centro cívico del Barrio”
Conoció a su esposa Genoveva Maziarz, hija de polacos ya fallecida, “fue el soporte de mi vida (se humedecen sus ojos), hicimos la casa en un terreno que me vendió Emilio Yafar, un turco que tenía negocio enfrente de la vía”.(Entiéndase por turco, árabe, sirio, libanés, jordano, iraní, irakí etc.)
Tuvieron dos hijos Sergio y Ana María y tres nietos, Martina, Valentina “Qué casualidad, como se llama el lugar a donde vine por primera vez”. (Hace alusión a La Valentina, estancia expropiada al ingeniero Jorge Ducclot para la construcción del aeropuerto y aledaños) y Micaela la nieta menor.
“El 20 de junio del '73 el día de la vuelta de Perón al País, acompañé una columna de bombos que iba de Ezeiza y la encabezaba un muchacho Oscar Ávila, que sigue siendo político. Cuando sentimos que empezaron a tirotear al palco desde el Hogar Escuela, me acerqué y le dije: yo me voy… y me volví a Ezeiza caminando y ya venía detrás el desparramo de gente y pasó lo que pasó”. ]]] Entre las personas que asegura, conoció, fue a uno de los hijos del (dictador italiano) Benito Mussolini exiliado en Argentina: “Trabajaba en un taller de aviones (chicos) atrás de la planta de Gilera, en Spegazzini. En un accidente perdió un brazo y abandonó el taller”
Durante 6 años Giugno trabajó en la Giler a para luego fundar el primer taller de motos de Ezeiza. Sus conocimientos de mecánica lo llevaron después a cambiar el rubro por los autos y estableció su concesionaria. Desde allí se comprometió en el desarrollo social de Ezeiza a través de instituciones en las que ha participado sistemáticamente. A los Bomberos Voluntarios en 1978 les prestó el teléfono durante un año y medio; secundando a Oscar Gagliardi que era presidente de la Cooperadora Policial y él como tesorero, construyeron la Comisaría 1ra nueva. Fundó la Sociedad Italiana junto a Don Antonio Porchia y a José Facio. Participó de las tramitaciones en que se declaró Ciudad a Ezeiza en 1973 y de las reuniones de notables que en la década del '90 tramitaban la autonomía y separación de E.Echeverría, conseguida el 20 de Octubre de 1994.
Volvió dos veces a su tierra natal, una en el '85 y otra en el '90, “en el '90, como andaban feas las cosas acá me quedé trabajando en una empresa metalúrgica catorce meses, pero (emocionado) extrañaba mucho la Argentina y me volví!!”
Hoy continúa trabajando y participando de manera activa en el pueblo que lo recibió “Y lo sigo votando a Granados porque transformó a Ezeiza” y por lo que observamos, pleno de energía, conduce solo su propio vehículo y ni siquiera pasa por su mente pensar en el retiro, a sus recientes, lúcidos y admirables 80 años. 


Por Bini Peñuelas





domingo, 2 de junio de 2013

Mi pueblo Tristán Suárez (recuerdo)



Entre fines de la década del `50 y principios de la del `60 yo vivía allí. Era un lugar de vascos lecheros, con sus boinas blancas, negras, tejidas; multicolores. Siempre en camisa con un chaleco aunque el frío fuera intenso. Además estaban los paisanos tamberos de botas, bombachas y sombrero de ala ancha. Por otro lado había quinteros, portugueses; japoneses. Existía una usina láctea donde mandaban sus productos, de allí se obtenía una afamada ricota; una muy buena muzzarela y un postre llamado "Tarantela". Los quinteros enviaban sus productos al mercado. A mi me gustaba ver el tren lechero por las tardes, bajando cientos de tarros; cada vez que pasaba un rápido con su locomotora a vapor me encantaba su estrépito y el vibrar de toda la tierra.
Frente de mi casa estaba la panadería de Porota, con el mejor pan y la mejor galleta, cocinada en horno a leña. Todas las mañanas se la escuchaba putear a toda voz, contra algunos de sus clientes, porque éstos con sus caballos le bosteaban toda su vereda. Pero no había solución, la gente venía del campo a caballo o en carro; allí existía un palenque para atar sus riendas y los animales debían esperar. En la esquina existía una farmacia, yo me podía introducir en la parte de atrás, y observar altas estanterías, con recipientes de vidrio y de cerámica con balanzas e infinidad de cosas, éste hombre me parecía un genio, de todo aquello podía hacer remedios para curarnos. Las chicas me parecían lo mas lindo que existía, eran mucho mas grandes que yo: Susana y Nora mis vecinas, las hijas de Nano el carnicero, la hermana de Claudia Balle, Marta la ahora directora de un colegio, Francisca, las hermanas Verasain que vivían frente al club Sportivo.
Por las tardes se organizaban partidos detrás de las vías, el dueño de la número cinco, era el más esperado. Horacio y yo, los más chicos, siempre nos tocaba el arco. Durante el verano, teníamos una pileta, que se llamaba "La gallina verde", luego del almuerzo pasaba una villalonga, tirada por un caballo, y recogía de seis a ocho personas en su recorrida por el pueblo, en el trayecto estábamos dentro de una nube de tierra, hasta llegar y zambullirnos en el agua. A la tardecita, me metía en cualquier casa, pues todas las puertas estaban abiertas. Tomaba la leche y luego solía jugar con sus ocupantes :a la casita robada, al ludo o al dominó, aún no sabía leer ni escribir. Los sábados íbamos a ver jugar a Tristán Suárez, algunos espectadores se estacionaban dentro del club, otros lo hacían parados todos se conocían, también los jugadores eran hijos de la zona. En la entrada estaba el gordo Zambucho que vendía los boletos y controlaba el ingreso, a los pibes nos dejaba entrar y salir cuantas veces quiséramos, para nosotros comernos un sandwich de chorizo con coca era toda una satisfacción.
Hoy el pueblo es una ciudad, las quintas y tambos son country club, la Tarantela es un supermercado, sólo pasa algún tren carguero y los locales, las panaderías son eléctricas,los remedios los fabrican los laboratorios y los farmacéuticos son vendedores, la canchita parece un asentamiento, la pileta no existe, las chicas son grandes y en casos abuelas, las casas están enrejadas y cerradas con cien candados, el club de fútbol es profesional. No se puede buscar lo que se dejó hace tantos años, pues no lo vamos a encontrar. Pero si podemos tener memoria de que alguna vez se vivió un estado de bienestar, aunque al ser los protagonistas de ello no nos hallamos dado cuenta y por error, omisión o malicia lo hallamos destruido.

Por: Eustaquio
Nota del editor: tomado de  la web 5-valium-y-2-rivotril.blogspot.com.ar

domingo, 26 de mayo de 2013

Bolitas


Alejandro Dolina es uno de los que mejores han descriptos los barrios, su gente, los juegos. Entre ellos, se encuentra "esta bonita página":






"LAS BOLITAS. Se trata de pequeñas esferas, casi siempre de vidrio. Su diámetro es variable: las más chicas se llaman piojos o pininas , las medianas son las más frecuentes y están también las grandes o bolones, que suelen utilizarse en el juego del Triángulo. Años atras podían reconocerse diferentes pelajes de bolitas. Las más hermosas eran las lecheras . En ellas predominaba el blanco, siempre mezclado con algún otro color. Eran semiopacas, no se podía ver a través de ellas y la variedad de diseños y combinaciones era enorme.Estaban también las semi transparentes, de colores fríos, casi siempre verdes o azules. Eran como cachos de sifón. En el interior a veces se adivinaba un filamento gelatinoso y mas bien repugnante. Salvo excepciones, eran unas bolitas de porquería. Sin embargo, la ultima generación de niños jugadores solo conoció esas bolitas.Las lecheras desaparecieron misteriosamente. Miles de personas jamás han visto una. Las mas recientes son las llamadas bolitas japonesas, más livianasque las convencionales, y totalmente inútiles para jugar. Su aspecto es el de una esfera transparente con un papelito de color en su interior.
Todo niño poseía una bolita preferida, que era la que utilizaba para jugar. Se la llamaba puntera. El resto de las bolitas servia para pagar las deuda sprovenientes del juego. Si acaso una racha adversa obligaba al niño a entregar la puntera, se le otorgaba a esta noble bolita el valor de cuatro o cinco. También pueden citarse - como curiosidad - las bolitas de barro, los aceritos y hasta las de plástico (indefectiblemente ovaladas). La identidad de los fabricantes de bolitas es un enigma. Nunca hubo marcas, ni envases ni publicidad. Algo muy raro debe haber en todo esto." (Crónicas del Ángel Gris)

1964 Patio de juegos, ya sin hamacas ni subibajas (Colecc. Rosa Caraballo)
Ningún historiador podría describir con tanta exactitud, lo que significo el juego de las bolitas para las generaciones precedentes. Se jugaba en todos lados, veredas, calles, y en los recreos de la escuela. Recuerdo que en la Nro. 3, hoy ES Nro. 1 de Ezeiza, jugabamos todos en esos patios que ofrecían como alternativa, hamacas y subibajas, de misteriosa procedencia pero que todos usabamos.

Juan Carlos Ramirez