Fue
un 24 de marzo de 1951 cuando el presidente Perón anunció que "el 16 de febrero de 1951, en la planta
piloto de energía atómica en la isla Huemul de San Carlos de Bariloche, se
llevaron a cabo reacciones termonucleares bajo condiciones de control en escala
técnica" a cargo de Richter. Cuenta Mario Mariscotti (investigador),
que cuatro días después en el Salón Blanco de la Casa Rosada, recibió la
medalla de la lealtad peronista y el título Doctor Honoris Causa de la
Universidad de Buenos Aires. Descubierto que todo fue un timo, en 1952 tuvo que
devolver medalla y título.
Compró un chalet en Monte
Grande en 1954, y allí se retiró a vivir sin el poder y lustre que había
conseguido con sus fracasados intentos y patéticos embustes, según lo pusiera
en evidencia dos comisiones designadas al respecto. En 1955, tras el
derrocamiento del presidente Juan D. Perón, volvió a ser detenido por orden del
almirante Isaac Francisco Rojas. Los golpistas querían informarse acerca del
proyecto y tras una serie de interrogatorios y careos, lo acusaron de
malversación de fondos públicos. Le quitaron la ciudadanía argentina y fue
puesto en prisión hasta que, finalmente, el juez Luis Botet lo absolvió.
Tuvo
un Cadillac descapotable con los que paseaba por el pueblo, frecuentando un bar
cercano a la estación, destacándose por su simpatía y verborragia con los
parroquianos. No conocemos cuál fue su trabajo por aquellos años, pero si
sabemos que vivió en Monte Grande como un jubilado más, en un chalet con frente
de lajas, inconcluso, con persianas deterioradas y bajas
y un líving austero, ubicado en la calle Almirante Brown y Berasain.
Madrugador,
leía el Buenos Aires Herald y
estudiaba sobre la fusión nuclear. Quien pudo entrevistarlo tras paciente
pesquisa y el dato de un viejo cartero que le dijo en dónde vivía un alemán
loco, afirmó que daba muestras de altibajos emocionales con asomo del perfil
maniático, saltando de un impreciso castellano al inglés o alemán. Nada se
sabía de él a nivel nacional, incluso era un desconocido para sus vecinos. El
programa “Allá vamos” (canal 11), lo
dio por muerto en septiembre de 1984.
El
reportaje que le diera a Francisco N. Suárez, publicado en el primer número de "El Periodista de
Buenos Aires" (15/09/1984), describe a un bohemio de 75 años, de
rebelde cabello cano, amante de los gatos. Vivía con su esposa Ilse Aberdt
(hablaba cinco idiomas), su gato y sus perros. La singularidad motivó la creación de la ópera Richter, de Esteban Buch y
Mario Lorenzo, estrenada en 2003.
El alemán loco que condujo los primeros pasos en la CNEA,
fue nuestro vecino cuando aún pertenecíamos al distrito de Esteban Echeverría. Ronald
Richter falleció el
25 de septiembre de 1991.
Juan Carlos Ramirez Leiva
Hace años q estoy por el barrio, me dedico al alquiler de depositos, es bueno aprender la historia del distrito.
ResponderEliminarRichter tuvo un hijo. Vive en yerbal 3556 floresta CABÀ
ResponderEliminarla vedad es que tuvo un ahija Monica
EliminarEn esa dirección vive un amigo llamado Carlos richter. Me contó sobre su papá pero no me dio mucho detalle. Como diste con la dirección de mi amigo? Saludos
EliminarUna hisoria fascinante leyendo me en tero que vivio en mi barrio, vivo en Alte Brown y Legarreta a una cuadra la casa no la ubico.
ResponderEliminarLa casa ya no es visible desde la vereda porque se ha cegado su vista desde afuera pero allí se encuentra todavía. Los vecinos, en su mayoría no conocían, al tiempo de realizarse esta investigación, quién era el propietario anterior.
ResponderEliminarJuan Carlos Ramirez Leiva. Editor