Dedicada a la centenaria vecina María Eugenia Rodríguez
En 1903 se levantó "La Catalina", en el barrio que los rematadores se empecinaron en llamar Villa Reina Elena hacia 1912. La propiedad, que perteneció a la familia Larralde, fue demolida hace casi tres décadas y estaba ubicada sobre la acera oeste de la calle French, entre Presidente Illía y Centenario.
Algunos recuerdos afirman que se inspiraron para la construcción, en la propiedad de la familia Goñi, que no hace mucho fue una cervecería y local bailable llamado Toc Toc (hoy tememos por su destino). Don Juan Calixto Goñi, nacido en Cañuelas en 1872, también levantó su casa en 1903 y la construyó con ladrillos que miden 14 por 29 cm, mientras que la cancha del frontón (lamentablemente demolido), tenía paredes de 43 cm de ancho. El vecino Goñ oficiaba de taxi con su breque, carruaje de cuatro ruedas, desde la estación de trenes; estaba casado con doña Josefa Paulina Gómez, nacida en Tristán Suárez. Esta localidad en aquel año, tenía una población rural de 50 habitantes, aunque contaba con telégrafo y correo. La población suarence creció rápidamente y para 1908, se le atribuían 250 habitantes.
Los pocos vecinos que tenía Ezeiza leían como diario local al lomense La Unión, que ya recorría su sexto año de vida y que en su publicación número 1.466 ofrecía cuatro grandes páginas al precio de 10 centavos, en tanto la suscripción mensual costaba $ 1,20.
El año comenzó generoso, el señor Esteban Adrogué dono a la iglesia de San Gabriel Arcángel, del creciente pueblo que llevaba su nombre, un magnífico órgano "Armonian" que fue bendecido y estrenado el primero de enero.
La modernidad llegaba a Lomas de Zamora, en donde desde el sábado 7 de febrero se instaló un juego de calesitas de nuevo sistema, en el local de las calles Bulnes (Portela) y Maza (Manuel Castro) frente mismo a la plaza Grigera. Los niños estaban de parabienes, máxime al enterarse de que la vuelta costaba solamente 5 centavos.
En la capital la casa de Gregorio Ortuño y Cía., solicitó permiso al intendente Dr. Marcos Elizalde, para instalar un biógrafo en el salón municipal, el que funcionaría en días de semana siendo el 50 por ciento de lo producido a favor de la Municipalidad, para obras del hospital y capilla del Cementerio. También ofrecía dos funciones gratuitas para los días 24 y 25 de mayo.
El periódico La Unión comentaba que el “biógrafo ha tenido gran aceptación en la Capital, y se cree que podría ocupar un sitial de importancia entre las preferencias de entretenimiento del vecindario”
Cosas de hace apenas, ciento diez años.
Por: Juan Carlos Ramirez
Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza
realmente interesante. En general, sabemos poco de la historia de los pequeños pueblos y es de agradecer el interés de los grupos de estudios historicos.
ResponderEliminar