El amor a la Patria le impuso todo tipo de tareas. Como economista se preocupó por el cultivo de la tierra, el desarrollo de la industria y del comercio. Como educador se preocupó por el desarrollo cultural como medio imprescindible para alcanzar mayor bienestar y por ello batalló por la creación de escuelas. Por amor a la Patria no dudó en renunciar a los privilegios que le concediera el rey español, para militar activamente en la gestación de la Independencia e integró la Primera Junta de Gobierno Patrio.
El Doctor M. Belgrano redactó un Reglamento para Misiones que puede considerarse como el primer documento constitucional argentino. Fue mediador entre las distintas fuerzas nativas que pugnaron para realizar nuestro destino.
La confianza que inspiró fue tal que una provincia entera lo siguió en el éxodo jujeño cuando por amor a la Patria, se asumió como soldado con el grado de General.
Conmemoramos hoy al creador de nuestra enseña nacional, con total respeto por su entrega sin retaceos, aquella que lo llevo a morir en la absoluta pobreza sin renunciar jamás a su utopía libertaria.
Su abuelo fue el propietario, el fundador, de la estancia colonial Los Remedios, cuando aún pertenecíamos al Virreinato del Perú, en 1758. La estancia comprendía los terrenos en donde actualmente se encuentra el Aeropuerto Ministro Pistarini, el Centro Atómico Ezeiza, los bosques y sus piletas, el Barrio Justicialista Uno, la Escuela Hogar, y las unidades carcelarias, entre otras entidades.
Nuestro distrito recuerda a tan gran hombre, con dos arterias: una calle Manuel. Belgrano nace en Sarmiento (ex Ruta Nac. 205), Tristán Suárez, y termina su recorrido en J. J. Vértiz. La otra es la colectora Este de la Autopista Ezeiza- Cañuelas, nace en D. French y termina en la calle Chile.
Don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano González, pura nobleza a quien la gloria envolvió. Fue un gran Hombre. Honrémosle.
Por: Juan Carlos Ramirez Leiva.
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