En Los Chañares 540 está la casa que existió muchos años antes de que
nadie pensara en El Trébol. Cuando esto no era otra cosa que campo y tambos. En
esa casa, que debe tener más de 100 años, nació y vive nuestro vecino Oscar Abal, quien ahora tiene 62 años.
Era la tardecita otoñal amable. Charlamos Oscar, Guillermo y yo sentados
en la parrilla, aislada, en el centro del parque. Sobre la chimenea me llama la
atención un cartel de un renglón, de porcelana sobre hierro que decía “DON
SEGUNDO”. Se trataba de un regalo del arquitecto Jorge Latanzi, el “experto en
mojones” que aún vive en el barrio, a su padre.
¿Cuándo se construyó esta casa?
- No se sabe. Al menos nadie lo sabía con certeza. Cuando mi padre vino
(1949) ya estaba. Recuerdo que un día mi viejo y el vasco Iturralde, discutían
el tema. El Vasco, que era tambero en Tristán Suárez, dijo que él conocía la
casa por gente que estuvo acá. Juntos memorizaron hasta 130 años atrás y ya
hace 20 años de esa conversación. La casa no tiene muchas reformas. Solamente
la cubierta de esta galería exterior.
- ¿Se mantienen las baldosas originales? preguntó Guillermo.
Sí y deben de tener los mismos años que la casa.
-Y ¿Mantenés el hogar?
-Sí. El hogar se hizo... cuando hicieron las casas nuevas. No sabían
hacer el hogar. Entonces le dijeron a mi padre: Abal, ¿Ud. tiene en la casa? No,
dijo mi padre. Entonces vamos a hacer un hogar en su casa y así probamos. . El
hogar de mi casa es bajo, a ras del piso. En la mayoría de las casas nuevas los
hicieron altos. Recuerdo que no había electricidad. Andábamos con velas. No
recuerdo exactamente cuándo vino la electricidad.
Oscar se queda pensativo y dice: “Sobre este pasto yo aprendí a caminar y lo mismo mis hijos y mis nietos”. Claramente
se le siente enraizado en su lugar de siempre.
-Creo que los dueños de todo esto eran los Bencich, que tenían la casa por
el barrio Santa Ángela. El Banco Hipotecario Franco Argentino se lo compró para
diseñar el barrio y lotearlo. Cayte era la empresa vendedora. El ingeniero
Espina, que vino a hacer las mediciones, conocía a mi padre y le ofreció cuidar
los campos y manejar la gente que construyó este barrio. Era por 1949 más o
menos. Laura Cusolito (vecina de El Trébol) era empleada del banco, con algún
buen cargo, debe conocer los detalles con más precisión. (Guillermo y yo nos
comprometimos para visitarla y seguir buscando la memoria del barrio)
-No
había árboles –continúa Oscar- salvo unas casuarinas como barreras de vientos.
Y algunos eucaliptos. Esto era tambo. El plano del barrio tenía cada manzana,
con sus lotes y en cada lote marcados los lugares con las plantas y árboles a plantar
a las distancias preestablecidas de sus límites. ¿Animales? Liebres, perdices,
iguanas, lagartos, alacranes todos desaparecidos ahora. Gorriones (estaba
minado de gorriones) mistos, cabecitas negras y todos los demás que ahora se
ven.
-Mi padre, Armando Segundo Abal.
Era bien de campo.
-Era un hombre de buen peso. Siempre andaba con la bombacha y fumando
toscanos –acota Guillermo-
-Y con el cuchillo en el cinto. Todavía hay toscanos en la casa. Son
buenos para las polillas. Él mandaba a todas las cuadrillas de peones que
limpiaron, cuidaron el terreno y plantaron las plantas y árboles que hoy vemos,
siguiendo un proyecto muy cuidado. Hablamos de 1950 aproximadamente.
Por: Guillermo Patiño y Mario Ordiales
Nota del editor: Dado lo extenso del artículo, la nota se desdoblará para su publicación. Agradecemos la gestión de la sra. Inés Cuello de Ramirez.
Nota originalmente publicada en “El Trébol”. Revista de la Sociedad de Fomento y Biblioteca Popular del Barrio Parque “El Trébol”. La Unión, abril, 2013. Págs. 4 a 6.
Nota del editor: Dado lo extenso del artículo, la nota se desdoblará para su publicación. Agradecemos la gestión de la sra. Inés Cuello de Ramirez.
Nota originalmente publicada en “El Trébol”. Revista de la Sociedad de Fomento y Biblioteca Popular del Barrio Parque “El Trébol”. La Unión, abril, 2013. Págs. 4 a 6.
Una historia de barrio interesante,estaría bueno si en próximas entregas,publicasen fotos de la casa y una panorámica desde la calle,como para tener referencia de su ubicación.Los aliento a seguir con estas notas que hacen mucha falta para ir armando la historia de nuestro distrito.Saludos
ResponderEliminarEs muy interesante. Espero la continuación.
ResponderEliminarEs muy interesante. Espero la continuación.
ResponderEliminar