Primer encuentro espiritista con Ganímedes: el caso de los hermanos Duclout
Es una pequeña y rara historia dentro de un movimiento aún más exótico en tiempos donde todo estaba por empezar, incluso el gran mito de los platillos volantes. Digo rara porque hablamos de personas ilustradas que llevaron una vida pública relacionada con el progreso y otra más o menos secreta relacionada con eventos extraordinarios, convirtiéndose en blancos fáciles para el sarcasmo o la estigmatización.
Allá por septiembre de 1954, el amplio despliegue periodístico del caso no ocultó el protagonismo de aquellos ilustres divulgadores y técnicos vinculados con el desarrollo de la radiofonía, la televisión y el cine en la Argentina. Estamos hablando de los hermanos Jorge Alberto Duclout (1903-1959) y Napoleón “Napy” Duclout (1909-1962).
La historia de los Duclout fue develada en detalle por primera vez en Invasores – Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Editorial Sudamericana, 2019). En el capítulo “Contacto en el Kavanagh”, cuento la experiencia que vivió en la cima del edificio erigido frente a la Plaza San Martín, por varias décadas el más alto de Sudamérica, el primer grupo de contactados argentinos, y la biografía de los Duclout, sobre todo gracias a informaciones que obtuve a través del sobrino de ambos, el Prof. Pablo Kittl Duclout, también Físico-Matemático en una familia signada por la ciencia y la tecnología.
La vida de los hermanos con relación a lo extraterrestre generó varios hitos; así, fueron varias las cosas que estaban ocurriendo por primera vez.
Cuando anunciaron a diarios, radios y revistas que Buenos Aires iba a ser sobrevolado por un plato volador según informaciones recibidas de “el espíritu desencarnado de un ingeniero de talento” con el que mantenían contacto espiritual, se abrió –por primera vez– una ventana cultural a la posibilidad de que visitantes de otro mundo podían anticipar sus visitas a la Tierra utilizando medios tan heterodoxos como la mediumnidad. Algunos recibían estas noticias con risas o dudas, pero muchos otros siguieron el caso con enorme expectación.
La comitiva que vigiló el cielo desde las 22 horas del 6 de septiembre de 1954 no fue un corso de improvisados. Formaron parte de la histórica ascensión periodistas, productores de radio y televisión y una joven artista llamada Marta Green (de cuya infructuosa búsqueda derivó el descubrimiento del singular caso de su casi homónima, Martha Green). Dos enviados de la revista brasileña O Cruzeiro, el periodista João Martins y el fotógrafo Ed Keffel, viajaron por primera vez a la Argentina para cubrir el insólito avistamiento de un plato volador “previa cita” (en 1952 ambos reporteros habían sido protagonistas de otra historia de enorme difusión en Brasil, el fraudulento caso de Barra da Tijuca). También por primera vez, los protagonistas escribieron un libro juntos, a la sazón el primero sobre el tema publicado en la Argentina: Los Platos Voladores. Origen, Estructura y Destino de los Platos Voladores (Editorial Jorge Duclout, 1953). Por primera vez, un libro sobre la cuestión lograba reeditarse con agregados que ratificaban el éxito de una experiencia ufológica. En la edición aumentada de 1956 se retituló: UNICO DOCUMENTO CONFIRMADO… sobre el Origen, Estructura y Destino de los Platos Voladores, donde los autores relataron lo que el grupo vio aquella noche y volcaron los testimonios de otros testigos.
En veinte minutos de “Historias Extrañas” no abordamos los entresijos de la vida familiar de los Duclout, los aportes que hicieron al desarrollo científico y cultural del país o el increíble secreto sobre la identidad del “ingeniero de talento” que les revelaba aquellos conocimientos revolucionarios. Pero enterarse de lo general prepara nuestra curiosidad y nos abre el apetito para saber más.
Por: Alejandro Agostinelli
https://factorelblog.com/2021/02/04/duclout/
“el espíritu desencarnado de un ingeniero de talento”
La capacidad de comunicar, de compartir conocimientos que nos brinda la red, nos posibilito tomar contacto con el periodista Alejandro C. Agostinelli, autor de Contacto en el Kavanagh (En: Invasores – Historias reales de extraterrestres en la Argentina, publicado por la revista Cuadernos de Ufología (Santander, España, 2009)). Su investigación sobre las andanzas de los hijos del ingeniero Jorge Duclout, le permitió desentrañar quién era el “ingeniero de talento” contactado por los espiritistas, tal como lo explica en el mencionado libro.
El autor pudo confirmar de boca del prof. Pablo Kittl Duclout, también Físico-Matemático y sobrino del contactante, que nuestro ilustre vecino Jorge Duclout padre, era el que trasmitía y que su hijo Jorge Alberto, sufría un cambio en el timbre de voz (sonaba como la de su padre), cuando estaban en línea.
El ingeniero Jorge Duclout padre, llegó a nuestro país en 1884, época en que el espiritismo era popular entre los intelectuales progresistas europeos. No se sabe si él creía en esa corriente pero si su esposa Valentina Brun, quien consideraba que los espíritus era demoníacos. Tuvieron tres hijos: Jorge Alberto, Napoleón “Napy”, y Georgina.
Por: Juan Carlos Ramirez Leiva
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