miércoles, 20 de julio de 2011

Comentarios

Estoy escribiendo desde la ciudad de Bolìvar, Pcia. de Bs. As.. Hace unos dìas estuve en Ezeiza y mi hermana me dió un ejemplar de "La palabra de Ezeiza", en èl hay una nota que llamò mi atenciòn, es la dedicada a Hugo Ròttoli, a quien conozco desde hace mucho tiempo ya que vivì cerca de su casa, fuimos a la misma escuela (Nª 3 Gral. Josè de San Martìn en la calle French); luego trabajamos varios años en la concesionaria Enrique Boeri e Hijo S.A.de Monte Grande.
Con respecto a los comentarios que hacen en la nota, quisiera agregar que la fàbrica tenìa un cartel que decìa Fàbrica de aviones BERKLING Y COMPAÑIA. Estaba ubicada en terrenos muy bajos y cierta vez que lloviò mucho, pude ver maderas de distintas formas y medidas flotando por el predio. El agua llegaba hasta cerca del terraplen de la trocha angosta.
Otros comentarios:
Desde la actual municipalidad partìa un ramal ferroviario , creo que iba por las calles Repùblica y Teodoro Fels hasta el aeropuerto, llevaba materiales y obreros cuando se estaba construyendo el mismo, le deciamos "La Catalina".
El campo del actual barrio "El Tala" era del sr. Vilella, no se si era èl mismo o familiar el propietario del Hotel del Sur.
Juan Josè Seisdedos

Nota del editor: el lector se refiere a la nota de la Lic. Patricia Faure relativa a la "Fábrica de aviones"

He leído en su blog la historia de este singular delincuente. Ramón Toscano fue un tipo muy aventurero, gracias a su artículo pude enterarme de algunas cosas muy puntuales del personaje que nos ocupa. Él trajo la cuota de oro que le pertenecía a San Pedro. En el gallinero de una casa céntrica había enterrado el oro. La federal consiguió recuperar hasta el último gramo. Lo que a mí me gustartía saber es cómo Toscanito llegó a San Pedro, como es que eligió este lugar, ya que él no era natural de acá. Bueno, les dejo la inquietud y un cordial saludo....

Juan Carlos Tapia.


Muchas gracias a todos por sus comentarios y colaboraciones

El Editor

domingo, 17 de julio de 2011

Puente de la Trocha

Memoricidio es una expresión que nació en la década pasada y fue reconocida por las Naciones Unidas como "la destrucción intencional de bienes culturales". Esto representa la desaparición de lo que fuera dejado por generaciones anteriores y conforma la identidad de los pueblos. En el artículo titulado Si las paredes hablaran: el 13 de enero de 2005, el profesor Juan Carlos Ramírez se preguntaba: ¿Cuál será el destino de la casona de French y Chacabuco? Ahora podemos responderle de muy diversos modos. Nos permitimos recordar la preocupada Carta de lectores que escribió el vecino Lucas Gómez a propósito de esta bella casona, otrora conocida como la casa del molino . El tema se abordó en la nota titulada La historia frente al memoricidio el 20 de enero de 2005 en este mismo semanario. Y las referencias podrían seguir

Puentes ferroviarios
En los casos de Tristán Suárez, Ezeiza y Canning, entendemos que sus estaciones se crearon para formalizar una escala ferroviaria, a pleno campo en un entorno de chacras y estancias que recién con el correr del tiempo se fraccionaron o subdividieron para dar paso a las primeras edificaciones y por ende al surgimiento material de cada pueblo.

Sobre Canning
El historiador echeverriano Campomar consigna una visión sobre Canning, reproduciendo lo manifestado por Enrique Udaondo: George Canning (1770- 1827) político inglés, nacido en Londres. Durante la guerra contra Napoleón I planeó la captura de la flota holandesa en Copenhague, lo que dio la supremacía marítima a Inglaterra, y apoyó a los españoles en la Guerra de la Independencia. Fue nombrado gobernador general de la India (1822) y después ministro de Relaciones Exteriores. Se adhirió al programa tory después de la Revolución francesa y atacó a los whigs en numerosos artículos del Anti Jacobin (1797-98). Ministro de Asuntos Exteriores durante las guerras napoleónicas (1807/09), preparó la derrota de la flota danesa en Copenhague (1807), apoyó la intervención de su país en la guerra de Independencia española y dimitió después de un duelo con su colega Castlereagh. Volvió a ocupar la cartera del Exterior (1822-27) después del suicidio de éste y cambió totalmente la actitud de Gran Bretaña hacia la Santa Alianza, negándose a participar en la supresión de las revoluciones europeas, ya que los intereses librecambistas británicos se veían favorecidos por la existencia de pequeños estados independientes. Se opuso a la intervención francesa en España decidida en el Congreso de Verona (1822), reconoció la independencia de las colonias españolas en América y la doctrina Monroe y negoció el acuerdo entre Francia, Rusia y Gran Bretaña que condujo posteriormente a la independencia de Grecia.Reproducimos unas breves biografías del político inglés, las creemos de utilidad para meditar el contexto socioeconómico hacia el principio del siglo pasado, que fue quien posibilitó el bautizo sin sonrojos.La respuesta es que, además de lo enumerado antes, se llevaron a uno de los puentes puesto. Desapareció de la noche a la mañana. Nos preguntamos si alguien tiene idea de para qué se lo desarmó y adonde fue a parar el puentecito que cruzaba la calle Alem, entrando al barrio Santa Angela si se va desde Ezeiza. Estaría en paralelo a la calle Trieste.Como la imaginación es una cualidad humana nada despreciable, nos permitimos la concurrencia al gimnasio de neuronas y visualizamos planeando en los terraplenes a los amantes de las patinetas o pedaleando, aunque no se posea una mountain bike. Y el espacio entre las vías para una bicisenda o una pista de la salud para caminar.Que no nos ocurra lo que a una localidad vecina que contaba con un útil y transitadísimo puente peatonal que las muchedumbres empleaban cuando bajaban del tren en su estación ubicada en las alturas. Hoy cruzan los pajaritos por ese espacio. Los animales, nuevamente, dando el buen ejemplo a la humanidad circulante.

George Canning

cabe consignar que el nombre de Canning data en realidad del 5 de julio de 1909, cuando por intermedio de una resolución se le dio nominación a la estación ubicada en el kilómetro 17,950 . La estación fue habilitada el 8 de febrero de 1911 mediante ley número 4.417, la línea férrea pertenecía al Ferrocarril Compañía General en la Provincia de Buenos Aires. En las investigaciones realizadas por Elio Salmón sobre la importancia económica del ramal encontró que no se llegó a explotar en toda su dimensión la capacidad de transporte. Puede interpretarse que las expectativas y su potencial no se reflejaron en la realidad económica de la región. Los puentes se extendieron pero flaquearon las voluntades políticas para unir al país aprovechando sus rieles.

Puentes dormidos
Pero hoy nos proponemos meditar sobre lo ferroviario conduciéndonos al puente de la trocha. Reflexionaba Ramírez: Otro ramal desactivado fue la trocha angosta. Actualmente, a la depredación de sus rieles y durmientes debe sumárseles la transferencia a particulares de tierras públicas. No es nuestro propósito pensar en la legitimidad de lo actuado por quienes tienen a su cargo la administración de los bienes que pertenecían al mencionado ferrocarril, sino, pensar en qué sucederá cuando el Sr. García, el legendario jefe, ya no pueda cuidar de la Estación Canning. ¿Cómo se frenará la depredación que él ayudó a evitar?

Ojalá no ocurra lo mismo con el de la trocha que atraviesa la ruta 205. Con dramatismo especulamos sobre las causas que podrán alegar para su desaparición: a los micros con doble piso se les aplasta el jopo o los altos camiones frigoríficos se convierten en carrozas de cenicienta en fin, lo tomamos con humor, ahora que podemos, porque el puente aún se encuentra allí.
Gente despierta

Tal vez se usen más que el puente peatonal que cruza la ruta a la altura de la calle Santa Angela, solitario y en buen estado, casi nadie lo usa. La otra vez vimos cruzar por allí un perro. Los animales siempre dando el buen ejemplo a la humanidad.

“… siendo ministro de negocios extranjeros en 1825, reconoció la independencia de nuestro país, proclamó el principio de no intervención, atendió deferentemente a Rivadavia en Londres, durante su misión diplomática, y celebró un tratado de amistad, comercio y navegación con esta República, que se firmó en Buenos Aires el 2 de febrero de 1825”.
A nosotros nos orienta pensar que era un funcionario que hacía bien las tareas necesarias para la prosperidad del imperio que lo empleaba. Reconoció la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata porque eso le posibilitaba hacer negocios ventajosos a su reino. Clinc caja.

Por: Lic. Patricia Faure