jueves, 14 de abril de 2022

Antes de Canning

De acuerdo a los planos en Catastro, Bartolomé Rocca y el ingeniero civil Eduardo Murzi (cuñados), compraron las tierras en donde se levantaron las estancias “Los Rosales” (Rocca) y “La Catalina” (Murzi), en 1898. Campos que habían pertenecido a Juan Manuel Acosta y que era en si un cuadrado al que dividieron tomando como eje el llamado “Camino de Buenos Aires a San Vicente”, quedando el referido campo dividido en prácticamente dos triángulos de 617 hectáreas cada uno, quedando fuera de la operación las parcelas propiedad de T. Alegre (hoy terrenos que incluyen la estación Canning y alrededores) en la fracción de Murzi, y otra que quedo en poder de Juan Manuel Acosta, en el vértice sur de la fracción adquirida por Rocca.
Don Alberto Bianchi heredó “Los Rosales” luego del fallecimiento de Ángela Sanguinetti en 1936 (el mismo año en que falleciera Eduardo Murzi), y con sus recuerdos y los propios, su esposa Susana fue la autora de poemas que rescataron su monte imponente en cuyo centro se levantaba un chalet estilo francés, diseño de Eduardo Murzi, abuelo de Susana, casado con María Rocca.
Rodeaba la casa una galería con columnas de hierro y arriba, una terraza que oficiaba de mirador del parque. El techado era de pizarra gris que culminaba con una zingueria artesanal de puntilla. El parque tenía avenidas y callecitas como la de “Los novios”, llamada así porque los tupidos árboles protegían besos escondidos y brindados en su largo historial generacional. Los jardines, atribuidos –sin prueba alguna- al diseño del arquitecto y paisajista francés Carlos Tays, eran de gran belleza.

Casco Los Rosales. Anuario comercial del CGBA, Año1921, Museo Fundación Ferroviario

Para tener una idea de la ubicación de la estancia Los Rosales, debemos considerarla desde la cancha de Golf Esperanza hasta el country Saint Thomas. El clima y la feracidad de sus tierras, determinaron que era lugar propicio para la cría de todo tipo de animales así como para la práctica de invernada, ya que de acuerdo al diario La Prensa del mes de abril de1901, don Bartolomé compró un lote de 500 novillos para invernada a $50 c/u, a don Pascual Donadío, de Cañuelas, de acuerdo a lo investigado por el historiador echeverriano Rodolfo Elissalde, R. (El partido de Esteban Echeverría a través de la prensa porteña. Buenos Aires, Argentina; Talleres gráficos RyC; 2013).

Casco La Catalina

La estancia “La Catalina” (llamada así en honor a la mamá del ingeniero), fue declarada Patrimonio Histórico por el H.C.D en el 2019, gracias al relevamiento de la “Junta de Estudios Históricos de Ezeiza” y al “Museo Regional Tristán Suarez”. Su casco se ubica en las calles Ñandubay y David Peña, límites entre Canning y Barrio El Trébol (La Unión). Detalla el historiador de Canning, Profesor Elio Salmón: “La edificación permanece rodeada de una frondosa arboleda de eucaliptus, cedros, caminos de ligustros, bambúes exóticos de gran altura y un ombú originario. El trinar de las aves que se puede escuchar es un concierto que a uno lo impregna de naturaleza.

Monseñor Terrero, Rvdo. P Beco, padrinos y asistentes al terminar la ceremonia de inauguración del templo (1905). Probablemente el señor de la izquierda que lleva del brazo a la señora, sea Eduardo Murzi

Supo contar don Rodolfo Guillón que, tanto don Bartolomé como su esposa Ángela Sanguinetti de Rocca, colaboraron en la construcción del primer edificio católico de la zona del templo la Inmaculada Concepción de María en frente a la plaza Bartolomé Mitre (Monte Grande. El partido de Esteban Echeverría XXV aniversario de su fundación (1913- 9 de abril de 1938) Edición institucional), conservándose la fotográfica de su inauguración en 1905.
Las fuentes periodísticas permiten aseverar la influencia política en la región de Bartolomé Rocca, recordándose también a su capataz general, don Valerio Nievas.

Juan Carlos Ramirez Leiva