jueves, 26 de marzo de 2020

Los hábeas corpus presentados en el Distrito Judicial de Lomas de Zamora durante la última dictadura militar (1976-1983)


El 24 de marzo de 1976 una junta militar presidida por el General Jorge Rafael Videla asumió el gobierno de forma abrupta. Entre 1976 y 1983 la dictadura aplicó el denominado Terrorismo de Estado, es decir, una política represiva cuya triste y dramática originalidad residió, principalmente, en el secuestro masivo de personas. Amnistía Internacional considera la desaparición de personas como "un método particularmente repudiable de represión gubernamental que viola una amplia gama de derechos e impone un sufrimiento físico y psicológico generalizado y permanente". Una vez finalizada la dictadura y en los albores de la primavera democrática, el presidente Raúl Alfonsín encaró como política de estado una de las primeras acciones para desafiar el pasado represivo reciente: la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que elaboró el informe titulado "Nunca Más" (1984) con la intención de enjuiciar a quienes hayan participado de la represión ilegal.
Sin embargo, frente a los hechos de secuestro y desaparición de personas, como de apremios y detenciones ilegales propiciadas por el gobierno de facto durante este periodo, los familiares de las víctimas no permanecieron inactivos. Por el contrario, como primer acto reflejo recurrieron a la justicia para interponer los respectivos habeas corpus.
Un hábeas corpus es un procedimiento jurídico que cualquier ciudadano puede anteponer ante un juez con el objetivo de que éste determine acerca de la legalidad del arresto. Es un procedimiento breve y veloz, inclusive, de escaso formalismo ya que puede prescindir de un abogado y ser solicitado por familiares o amigos. Es decir, es una institución del derecho que garantiza la libertad personal frente a la arbitrariedad de un arresto; cabe destacar que suele utilizarse para impedir cualquier tipo de abuso, tanto, del Estado como de cualquiera de sus agentes de seguridad. Por consiguiente, es el juez quien determina, no la culpabilidad del sujeto, sino, la legalidad o ilegalidad de su detención.
Es por ello que en el Departamento Histórico Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires se pueden rastrear alrededor de 1033 casos de recursos de Hábeas Corpus que fueron presentados, entre 1976 y 1983, en el Distrito Judicial de Lomas de Zamora.
Según datos estadísticos proporcionados por la CONADEP, se presentaron durante la última dictadura, aproximadamente, 8335 hábeas corpus ante la Cámara Criminal y Correccional Federal; Además, se puede verificar una cifra similar en los demás juzgados del país.
Para el caso del Distrito Judicial de Lomas de Zamora, se pueden contabilizar en este periodo cerca de 1033 hábeas corpus: en 1976, se presentaron 264; en 1977, 203; en 1978, 172, en 1979, 128, entre 1980-1982, 182 y en 1983, 84 hábeas corpus. Como se puede observar, 1976 es el año de mayor presentación de éste recurso jurídico, pero, a medida que transcurren los años fueron reduciéndose.
Esto puede tener dos lecturas al respecto: Por un lado, en los primeros años de la dictadura, la represión fue mucho más intensa, por consiguiente, el número de hábeas corpus se incrementó en relación al número de detenidos-desaparecidos.
Sin embargo, una vez ingresados en los años ochenta, y a medida que "amainó" la represión, el número de habeas corpus disminuyó considerablemente. Por otro lado, la presentación de hábeas corpus, como señalamos, aumentó en la medida que se intensificó la represión, pero, luego pudo haber descendido por múltiples motivos: el temor y el desánimo que provocaba el rechazo de los mismos, la ineficacia de la justicia frente al poder represivo del Estado, o bien, la complicidad de muchos de los actores civiles y funcionarios judiciales. Recordemos que los Ministros de la Corte Suprema fueron removidos por la dictadura; a su vez, muchos jueces renunciaron por propia voluntad. No obstante, los cargos vacantes fueron ocupados por jueces inferiores, empleados del poder judicial o abogados que provenían del ejercicio privado de la profesión. Todos ellos debieron prestar juramento y acatar las directivas propuestas por el denominado Proceso de Reorganización Nacional.Según el Dr. Julio Cesar Strassera -histórico fiscal del juicio a la Junta militar- "la justicia -en ese momento- no podía hacer absolutamente nada. No tenía poder en ese momento"
Los recursos de hábeas corpus fueron solicitados por detenciones ilegales, apremios y desaparición de personas. Las siguientes fuentes judiciales representan una muy breve muestra de los 1033 casos detectados en el distrito judicial de Lomas de Zamora: El 6 de marzo de 1976 María Esther Tommasi de 24 años fue secuestrada en Adrogué en la intersección de las calles Ferrari y Amenedo. Su madre solicitó, ante el juzgado del Dr. Caminos,el correspondiente hábeas corpus. En 1977, en la localidad de Wilde, partido de Avellaneda, la madre de Juan Ernesto Magariños requirió un hábeas corpus, en el que además denunciaba que su hijo fue "detenido en su domicilio en horas de la madrugada por personas de civil armadas". Otro caso que permite arrojar luz sobre los hechos es el de los hermanos Torres en el vecino partido de Esteban Echeverría; Dardo, Armando y Edgardo eran obreros de la "Química Mebomar" en la localidad de El Jagüel y formaban parte de la comisión interna de la fábrica. Los tres fueron secuestrados por grupos de tareas junto a sus compañeros de trabajo Raúl Eduardo Manrique y Oscar Sarrailleen diciembre de 1976.En el caso de Dardo Torres, fue su esposa Cristina Fallesen la que interpuso el recurso de hábeas corpus en 1977. Los mencionados fueron enterrados como "NN" en una fosa común en el cementerio de Lomas de Zamora. En 2011, luego de un eximio trabajo realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense, los restos fueron restituidos a los familiares y sepultados en el cementerio de Monte Grande.
En los siguientes casos la policía fue acusada de la detención ilegal de Horacio Rubén Camaño y José Antonio Genes en 1981 en la localidad de Temperley. Su esposa y hermana, respectivamente, interpusieron los correspondientes hábeas corpus. Ambas mujeres acusaron a la policía de haber actuado en el hecho. En 1982, Noemí Gallo interpuso un recurso luego de que una "comisión policial de civil se presentara en el domicilio de la denunciante buscando a su pareja". Muchos de los familiares y amigos que solicitaron los habeas corpus que en el distrito judicial de Lomas de Zamora imputaron a las fuerzas represivas del Estado, a las que se referían de las siguientes formas: "fuerzas de seguridad", "policía", "Brigada de Avellaneda", "seccional de Banfield", "Comisaría Primera de Lanús", "Subcomisaria de Rafael Calzada", "Destacamento de Tristán Suárez", "Comisaría de Burzaco", "policía del Quilmes", "ejército", "personas de civil", etc. El aparato represivo, si bien, "disminuyó" a comienzos de los años ochenta, no obstante, continuó activo inclusive hasta el final del proceso en 1983.
El recurso de hábeas corpus no solo fue una herramienta de orden jurídico cuyo objetivo era determinar la ilegalidad de la detención y liberación de la persona detenida. A su vez, formó parte de un proceso de resistencia silenciosa empleado por los familiares de los detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.
Por: Juan Bucci (Profesor y Licenciado en Historia. Docente e Historiador)

lunes, 23 de marzo de 2020

Detenidos y Desaparecidos en el Centro Atómico Ezeiza


La vida del Ingeniero químico Carlos Calle, quien comenzó a trabajar en 1969 en el Centro AtómicoEzeiza, sufrió un drástico cambio el 28 de marzo de 1976. Al periódico Miradas al Sur, le cuenta que: “Un grupo de uniformados de la Marina irrumpió en mi domicilio, en Ituzaingo. En los dos días siguientes, entre interrogatorios, torturas y traslados nocturnos, descubrí a pesar de la capucha que en esa misma razia habían caído también otros nueve compañeros de trabajo, aparentemente bajo un comando unificado”. Una noche lo cargaron en un camión en donde reconoció la voz del químico Santiago Morazzo, su jefe y director del Proyecto Prioritario de Plantas Químicas, a quien lo habían secuestrado el mismo día.
Morazzo, Jefe de Operaciones de la primera planta que separó con éxito material fisionable, fue encarado el 24 de marzo en su propio despacho, por una persona interesada por su equipo de trabajo: áreas políticas a las que respondían, religión, si había judíos. Fue el 28 de marzo a la madrugada, cuando escuchó ruidos y vio un gran operativo en su calle de Parque Leloir. Varios efectivos ingresaron a su casa y luego de revisar sus libros, se lo llevaron a la ESMA, justo enfrente de la sede central de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Morazzo, tenía 34 años, fue golpeado y estaqueado en ese centro clandestino alrededor de una semana, luego fue llevado al buque Bahía Aguirre. Tras diez días de “traslados y simulacros de fusilamiento, fuimos transferidos desde el barco a la cárcel de Devoto e internados por cuatro meses en los pabellones de máxima seguridad. Sucesivamente, en posteriores traslados, ocho compañeros terminamos en la U9 de La Plata y dos en Sierra Chica. Todo el grupo fue conducido a Devoto a disposición del PEN. El régimen decretó nuestra libertad con un decreto firmado el 8 de octubre de 1976 por el dictador Videla. El decreto fue consecuencia de las presiones internacionales de varios centros nucleares europeos”.
Durante la gestión del vicealmirante Carlos Castro Madero, diecinueve científicos y trabajadores
fueron desaparecidos y otros once, secuestrados y luego liberados. Varios fueron detenidos en sus lugares de trabajo, 107 trabajadores fueron despedidos sin indemnización por aplicación de la Ley de Prescindibilidad. Otros 120 fueron cesanteados y 370 se vieron obligados a renunciar por el peligro que corrían sus vidas por lo que numerosos científicos dejaron el país.
Entre los desaparecidos figura Rosa Delfina Costa Viera, porteña nacida el 20 de agosto de 1944, fue secuestrada el 26 de abril de 1977 en el trayecto entre su domicilio (Boedo) y su lugar de trabajo. Había cursado hasta 4to. año en la Escuela Técnica Nº 25 "Tte.1° Fray Luis Beltrán", entre 1962 y 1966, la especialidad "Asistente de Laboratorio"; luego pasó a la ENET Nº 30 “Dr. Norberto Piñero”. Ya egresada, trabajo como Técnica Química en el Centro Atómico Ezeiza, en la planta de producción de radioisótopos. Rosa, contaba con 32 años en el momento de su secuestro. Aun hoy continúa desaparecida (SDH Nº 2925).
No vivían en Ezeiza pero aquí desarrollaban sus tareas profesionales y aquí, dejaron afectos y caminos.

Por: Juan Carlos Ramirez Leiva

Aguas marinas en la región


En los veranos de la década de 1950 era habitual que, si las familias se animaban a cargar con los bártulos necesarios, se mitigara el calor en las piletas de La Salada. Entre ellas se encontraban “El Puente”; “Villa Albertina”; “Ocean”; y el balneario “Punta Mogotes” (posteriormente en el lugar, se instalaron puestos de venta de ropa). El más popular fue el Parque balneario “La Salada”, con su lago de unos 300 metros por 20 a 30 metros de extensión, y una profundidad que en lo más profundo no alcanzaba los dos metros. Se extendía sobre 30 hectáreas y contaba con tres piletas, con agua salada por supuesto, árboles y parquizado para recreo de las familias. El parque fue clausurado en distintas oportunidades hasta que, sobre el final de la década de 1970, cerró definitivamente.
Aguas subterráneas. Napa freática. La primera napa, llamada “freática”, se encuentra entre los 3 y 4 metros, de acuerdo a la zona. En la región del Puente La Noria, suele estar a menos de un metro de profundidad. Su vaivén está relacionado con las lluvias o las sequías, y en los últimos tiempos estuvo directamente relacionado con las altas concentraciones urbanas sin redes cloacales.
Cuando la administradora del servicio de provisión de agua potable anuló las perforaciones de extracción del acuífero Puelches, y las reemplazo por aguas tratadas captadas del Río de la Plata, provocó que se recuperaran los niveles del acuífero en donde se habían formado conos de depresión por excesiva extracción. La medida, potenciada por el menor consumo debido a la crisis económica y la recesión industrial desde mediados de la década de 1990, logro una paulatina disminución en la transferencia vertical descendente desde el acuífero freático, lo que provoco el consecuente ascenso de sus niveles, ya incrementados por el aumento demográfico en la región sin ser acompañado por la provisión de servicios cloacales y de tratamientos de aguas.
La suba de la napa freática, provoco que, a principios de la década de 2000, en barrios de Temperley se inundaran sótanos y en general se originaran anegamientos en subsuelos, cámaras eléctricas, de teléfonos, etc., por lo que debieron instalarse bombas de depresión en las zonas más afectadas.
Acuífero Pampeano. Conforma la segunda napa y se encuentra entre los 24 y 30 metros. Es menos vulnerable a la contaminación y es el que recarga a las Arenas Puelches. El agua se encuentra alojada en los poros de los sedimentos Pampeanos, los que están integrados por limos arenosos, algo arcillosos, de color castaño con tonalidades amarillentas a rojizas, con intercalaciones calcáreas en forma de nódulos o estratiformes conocido como tosca.
Se caracteriza por mantener sus paredes verticales en cortes y perforaciones y brinda caudales más bajos comparativamente con los caudales obtenidos de las Arenas Puelches, debido a su menor permeabilidad. Sus parámetros hidráulicos se pueden sintetizar en una Porosidad efectiva del orden del 10%. y que puede brindar entre 40 y 100 m3/h. La salinidad del agua aumenta en las áreas de las llanuras de inundación de los ríos y arroyos donde se hallan importantes depósitos de sedimentos Post-pampeanos alcanzando incluso valores superiores a los 2.000 mg./l. Por otra parte, el Pampeano se caracteriza por aportar a las aguas subterráneas elementos nocivos tales como Flúor y Arsénico que, en muchos casos, dado los altos tenores, impide su utilización como agua potable. Estas circunstancias regulan la extracción en función de la potabilidad natural al Flúor o Arsénico, y no a sus posibilidades hidrodinámicas.

Por: Juan Carlos Ramirez Leiva

domingo, 22 de marzo de 2020

Ingresiones marinas

Nueve mil años atrás. Las condiciones paleoambientales de la región pampeana durante el Holoceno, generaron diferentes superficies de estabilización del paisaje. Entre los 9000 y los 6000 A.P. (Antes del Presente, entendiéndose como tal al año de 1950), las condiciones climáticas eran más cálidas y húmedas, y están asociadas al retroceso de los glaciares en la cordillera. Esto, permitió la formación de suelos tanto en ambientes de la llanura marina costera como en ambientes continentales. Mientras en las zonas más elevadas, zona de intercuencas, se formaban suelos de pradera, en las regiones litorales el efecto de la deglaciación y el consecuente aumento del nivel del mar, produjo la inundación (transgresión) de amplias áreas y se depositaron los niveles del Querandinense ó Formación Río Salado.
El análisis de diferentes perfiles geológicos en el NE y E de la provincia de Buenos Aires, permitieron identificar eventos pedogenéticos (proceso de formación de un suelo), en planicies de inundación, ubicados cronológicamente con posterioridad a 8.500c- 8.000c años. Asi tenemos Miembro Guerrero de la Formación Luján, Lomas del Mirador, y paleocauces del río Matanza en Ezeiza. La ingresión Querandinense avanzó por el valle del Matanza hasta Cañuelas y Marcos Paz, formándose pequeños estuarios en el río Matanzas.
A una primera etapa erosiva producida por la ingresión del mar, le siguieron depósitos de materiales finos arcillosos, característicos de los estuarios y las albuferas. Las arcillas grises que los constituyen, se acumularon al pie de la barranca que margina CABA y el Gran Buenos Aires y forman depósitos de hasta 10 m. de espesor en algunos sectores.
Hace seís mil años. El Neoglacial datado entre los 6.000 y los 3.500 años AP., produjo un ciclo frío y seco que disminuyó el caudal de los ríos, aumentó la acción eólica que erosionó parcialmente y sepultó el suelo, como así también los valles de los ríos (Formación La Postrera). Las condiciones fluviales se dieron nuevamente hace unos 4.500/4.200 años.
En la actualidad, las condiciones climáticas no son tan cálidas como las que imperaban hasta hace 6.000 años, cuando se depositaron los espesos bancos de conchillas, ni son tan frías como durante los periodos glaciales. Dichas condiciones favorecen la actividad fluvial que representa el proceso modelador del paisaje más importante en tiempos recientes.
Ingresiones marinas y registros regionales. Las mencionadas ingresiones marinas han quedado registradas en los depósitos salitrosos y abundantes, moluscos marinos, y la capa de arena y limo muy fino que recubre el estrato de tosca en las zonas aledañas al río de Matanza: “Sobre ella se ha detectado otra capa con restos de tortugas, moluscos y peces de agua dulce, indicando que después de retirarse el mar del estuario rioplatense, las aguas dulces en avance, ocupaban también sectores poblados del Partido de Lanús y zonas limítrofes”.
En la zona del Puente La Noria, los sedimentos y fósiles evidencian que hubo una prolongada ingresión marina. El agua intersticial contiene una elevada proporción de sales (mayores que el agua de mar), la que puede ser utilizada con fines terapéuticos, como lo fue en La Salada.

Por: Juan Carlos Ramirez Leiva.



sábado, 21 de marzo de 2020

Sedimentos en Ezeiza


Los estratos se conforman a lo largo de millones de años por la acumulación de sedimentos constituidos por arenas, barros, sales minerales, restos de seres vivos, etc. Como las condiciones de humedad, temperaturas, presión, etc., cambian con el tiempo, en un mismo lugar pueden existir estratos de naturaleza diferente. El estudio de los sólidos que lo componen, a través de sus características magnéticas, son usados para definir parámetros en medio ambientes y estudios de paleoclimas.

Los distintos estudios han estimado el tamaño de los granos y la concentración de ferromagnetismo en Lomas del Mirador (34º39.29 S., 58º32.17 O.). La localidad esta situada en la otra banda del río Matanza, en una zona donde no hay evidencia de actividad fluvial, sin embargo, los sedimentos tienen la característica de depósitos fluviales. El área tuvo actividad fluvial durante la terminación del Pleistoceno/Holoceno y estuvo sujeta a pedogenesis. De acuerdo a Favier Duvois, los depósitos son similares a Miembro Guerrero de la Formación Luján. Los sedimentos de grano fino incluyen detrítico magnéticos transportados en suspensión con una capa de limo, arcillas de 1 ó 2 cm de espesor por lo general, que se depositaron en un período de inundación. La concentración magnética en la parte inferior de la Lomas del Mirador resultó ser más alto que en la parte superior, indicando que la mayor concentración de minerales magnéticos en este último, podría estar relacionado con el pasado, sus períodos húmedos y las inundaciones. Los picos de concentración de los cuatro tipos de grano observados en el mencionado estudio, pueden estar relacionado con las variaciones que corresponden a cuatro inundaciones diferentes.
Lomas del Mirador se encuentra en la cuenca del Maldonado, el principal curso de agua que existe en la región y que junto al río Matanza son dos importantes afluentes del Río de la Plata. Éste, es una gran masa de agua que ha sufrido variaciones significativas en su configuración geomorfológica desde el Pleistoceno y el Holoceno. El Río de la Plata fue por tanto más dinámico durante el Holoceno medio de lo que está en el momento actual, y un sistema de drenaje estuvo presente en Lomas del Mirador, y se encuentra en relación con la ingresión marina fechada en ~ 4 o -5 mil A.P., en la cuenca hidrográfica del Matanza en el Distrito Ezeiza (Di Micco, 1990). Téngase en cuenta que las mediciones hechas en Lomas del Mirador, se encuentra a unos 8 km. del Puente La Noria, y que las mediciones tomadas en Ezeiza (en zona cercana a las piletas populares), se encuentra a unos 10 km. de los pozos de investigación realizados en La Noria.

viernes, 20 de marzo de 2020

Sedimientos post pampeanos


Formación Luján. Estos sedimentos se encuentran formando terrazas fluviales y ocupan el fondo de algunos cauces, en sus tramos medio a superiores, como por ejemplo en los ríos Matanza, Luján, Reconquista, Arrecifes, etcétera. Estos sedimentos están constituidos por limos, a menudo arcillosos de colores verdes y grises con intercalaciones de limos pardos y amarillentos, entre cuyos componentes mineralógicos, se distingue la presencia de abundante vidrio volcánico. En los niveles inferiores presenta restos de megafauna, estimándose su extinción entre los 10.000 y los 8.000 años A.P. (fines del Pleistoceno, comienzos del Holoceno).
Formación La Postrera. Entre los 6000 y los 3500 años A.P. (Holoceno medio), se produjo un nuevo ciclo frío y seco en la región pampeana relacionado con un pequeño avance de los hielos cordilleranos, denominado Neoglacial, el que se manifestó en varios pulsos. Como consecuencia de este nuevo avance glaciar, disminuyó el caudal de los ríos, aumentó la acción eólica que erosionó parcialmente y sepultó el suelo, como así también los valles de los ríos. Los sedimentos del Platense, indicados como de origen eólico y fluvial de baja energía, se depositaron bajo estas condiciones, donde interactuaron ríos disminuidos, lagunas y dunas. A estos sedimentos también se los ha identificado como Fm. La Postrera. Los estudios permiten afirmar que los sedimentos fueron depositados en las zonas más elevadas (intercuencas), hasta circa 4.500 - 4.200 años AP (datados por técnicas de C14), cuando se dio el comienzo de condiciones fluviales.
Formación Las Escobas. Coincidiendo con la Fm. La Postrera, se produjo un retiro del mar que se evidencia en las zonas litorales, por la formación de cordones. Estas son geoformas elongadas aproximadamente paralelas a las líneas de costa que van señalando las sucesivas posiciones de la playa a medida que el mar se fue retirando. El Platense marino ó Fm. Las Escobas posee una alta proporción de fragmentos de conchillas, dispuestos en cordones que pueden alcanzar varios kilómetros de longitud y una altura de hasta 4-5 m. Se observan entre Quilmes y Ensenada (desde la autopista hacia el río). La antigua ruta 11 corre por un cordón, aprovechando las propiedades de estos sedimentos como sustratos de caminos. El gobernador Juan M. de Rosas los uso en los caminos de Palermo. Supo explotarse estas formaciones, canteras de cal.
Formación Dto. Río Salado. Entre los 9.000 y los 6.000 años A.P. se establecieron condiciones climáticas más cálidas y húmedas, asociadas al retroceso de los glaciares en la cordillera. Mientras en las zonas más elevadas, entre las cuencas de los ríos (zona de intercuencas) se formaban suelos de pradera, en las regiones litorales el efecto de la deglaciación y el consecuente aumento del nivel del mar, produjo la inundación (transgresión) de amplias áreas y se depositaron los niveles del Querandinense ó Formación Dto. Río Salado.
En algunos sectores de los lagos de Palermo aún puede observarse el Querandinense casi en superficie y son particularmente visibles formando una faja de hasta 5 Km de ancho en todo el sur del Gran Buenos Aires, desde Avellaneda hasta Berisso. La barranca que se encuentra bordeando estos depósitos por occidente, fue labrada como resultado de esta ingresión marina, constituyendo un acantilado (hoy un paleoacantilado), similar al que se observa en la actualidad al norte de Mar del Plata.

Juan Carlos Ramirez Leiva

miércoles, 18 de marzo de 2020

Sedimentos. Tosqueras en Tristán Suárez


Sedimentos loéssicos. Debemos entender por sedimentos a los materiales que se depositan cuando la energía que los transportaban (viento, agua, otros), es insuficiente para ello. Loess significa suelto, flojo, en alemán; el termino fue acuñado para designar sedimentos limosos de origen eólico. Los loess fueron conformados por rocas sedimentarias clásticas, no coherentes y de granos pequeños. En su constitución entran partículas de arcilla, limo y arena fina. Presenta cuarzo, feldespatos, vidrio volcánico y fragmentos de andesita. Tienen apariencia pulverulenta, de color amarillo -ocre, formando depósitos macizos, sin estratificaciones.
Sobrepuestos a las formaciones ya descriptas, se hallan los sedimentos cuaternarios pampeanos constituidos por sedimentos loessoides que en el subsuelo de la región tienen espesores medios de 40-50 m. Intercalados en los sedimentos se encuentran varios niveles de paleosuelos (suelo de formación muy antigua), así como niveles de calcretas. Estas son formaciones de suelos calizos (toscas). La toba calcárea, sedimentaria, procede por la disolución de carbonatos que se filtran en las rocas calizas.
Formación Ensenada. Es la más antigua de los “Sedimentos Pampeanos” y aflora en la base de los valles fluviales y/o en las excavaciones. La asociación mineralógica que la caracteriza tiene un origen volcánico-piroplástico e indica que el material que la compone se relaciona con el volcanismo pleistoceno (se inició hace 1,5 millones de años), de la Cordillera. Estos depósitos están formados por limos arenosos o arenas limosas con agregados arcillosos y de calcretas. Estas últimas se presentan como concreciones y/o en láminas de carbonato de calcio y donde la calcificación es intensa se forman bancos de tosca. Las toscas son niveles relativamente gruesos y continuos de acumulaciones de carbonato de calcio. Estas acumulaciones, parecen estar relacionadas con períodos de aridez.

Calcretas. son explotadas económicamente en el distrito Ezeiza bajo el nombre de tosqueras. La explotación minera por extracción de tosca en el partido de Ezeiza, específicamente en Tristán Suárez, dejan inmensas cavas. Cuando estas se llenan de agua por alcanzarse la primera napa o por escorrentía superficial, dejan de ser explotables, y he ahí cuando se tornan potencialmente peligrosas.
En verano suelen ser noticia por la muerte de personas que se ahogan debido a la profundidad, o a que sus cuerpos quedan atrapados por los residuos que suelen encontrarse en el fondo.
Formación Buenos Aires. Por encima de la Formación Ensenada se depositaron los sedimentos de la Formación Buenos Aires. Está constituida por limos, en partes arenosos con tosca, de colores pardos, claro a rojizo, y aspecto homogéneo. Los sedimentos loéssicos que constituyen tanto la Formación Ensenada como la Buenos Aires, presentan intercalaciones de paleosuelos que marcan los "pulsos" o momentos de mayor "estabilidad" climática en la región, durante los cuales el clima se tornó más húmedo y más cálido y duró lo suficiente como para que se formaran suelos de pradera. Algunos de estos paleosuelos han sido distinguidos con un nombre debido a su importancia estratigráfica.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Formaciones litoestratigráficas


Formación Olivos. Se apoya directamente sobre el basamento cristalino (Formación Martín García), con un espesor que aumenta hacia el eje de la cuenca del Salado, alcanzando los 400m. en Gral. Belgrano. Se presenta en la región con espesores inferiores a 200 m. sobre el basamento fracturado, encontrándose a 233 m. de profundidad en Puente de la Noria. Se depositó entre el Eoceno y el Mioceno Temprano o inferior (Período Terciario; entre los 45 a 20 millones de años), y es de origen continental con participación eólica, lagunar y fluvial, aumentando la participación de componentes marinos hacia la Bahía de Samborombón. Está compuesta por areniscas (parte inferior), y por conglomerados, arcillas y limos fluviales (parte superior). Las arcillas son generalmente de colores rojizos por lo que es conocida en la jerga de los perforadores como El Rojo, y representa el piso de las perforaciones de agua que se realizan en la región. Sus arenas (parte inferior), componen un acuífero de media a baja productividad, con rendimientos menores a 5 m. cúbicos por hora, de alto contenido en sulfatos y elevada salinidad (de 6 a 60 g/l).
Formación Paraná. Conocida como “El Verde”, representa un episodio que es el principal responsable de modelar la forma llana de la planicie pampeana. En el Mioceno Medio a Tardío o Superior, o sea entre los 16,4 a los 5,3 millones de años aproximadamente, se depositó la Fm. Paraná. El Mar Paraniano ingresó en el continente, con aguas cálidas y poco profundas, y el movimiento de sus aguas fue la que le dio su rasgo característico de llanura.
En esta Formación, dominan las arcillas plásticas de tonalidad verdosa y azulada en la parte superior, mientras que en la inferior presenta arenas medianas blanquesinas, ambas con fósiles marinos. Los datos de perforaciones indican que presenta un espesor máximo en la cuenca del Salado (750 m.) y Bahía Samborombón, mientras que se han medido espesores del orden de 30 a 50 m. en el subsuelo de la ciudad de Buenos Aires. En la cuenca del Río Matanza existe una capa de arena que brinda agua con 3 a 4 g/l de salinidad total, ubicada entre 80 y 90 m. de profundidad y alta productividad. de 70 a 180 m cúbicos por hora, por pozo.

Formación Puelches. Durante el Plioceno (Época superior perteneciente al Período Terciario; 5,3 a 1,8 millones de años), comenzaron a manifestarse los cambios climáticos que culminan en el Cuaternario con cambios rápidos y frecuentes en el clima, que dieron lugar a glaciaciones. En la región pampeana, durante el Plioceno se depositó la Fm. Puelches, también denominada Formación Ituzaingó. Es un depósito mayoritariamente de origen fluvial que presenta espesores de entre 20 y 30 m. en la ribera del Río de la Plata, y entre 30 y 40 m. en San Nicolás, superponiéndose a las arcillas de la Fm. Paraná. En la región metropolitana bonaerense alcanza espesores que fluctúan entre 12 a 20 m., aumenta su profundidad en Cañuelas, en donde el pozo de control midió 30 m. de espesor, en tanto que el distrito Ezeiza se encuentra dentro de la isopaca (Línea que une a los espesores de igual profundidad), de 20 m. Está constituido por arenas cuarzosas, maduras, de colores amarillentos a grisáceos y blanquecinos. Hacia el techo de esta formación, se observa la acumulación de sedimentos loéssicos que señalan el inicio del Cuaternario en la región.

Por: Juan Carlos Ramirez Leiva

lunes, 9 de marzo de 2020

Geología regional

 La Geología es la ciencia que tiene a la Tierra como objeto de estudio. La compleja amplitud temática lleva a los geólogos a estudiar desde los procesos internos, sísmicos o volcánicos, a los factores externos formadores de paisajes como las erosiones fluviales, eólicas o glaciarias.
Para conocer la diversidad de rocas que componen nuestro suelo y conocer la relación entre la roca madre y el suelo, tenemos que comprender que apenas se ha podido penetrar en la corteza terrestre, considerando que su radio es de 6.370 km. La porción sólida de la tierra se denomina litósfera y esta compuesta de rocas y minerales.
Desde el punto de vista geológico, la región constituye una cuenca sedimentaria, ya que la roca dura del basamento cristalino se halla a gran profundidad. El subsuelo está constituido por cuatro grandes depósitos sedimentarios, que se asientan sobre el antiguo basamento cristalino. Cada uno de esos depósitos representa un ciclo de sedimentación, ocurrido en distinto momento, los que a su vez han sido afectados por reiteradas fracturas.
El concepto de metamorfismo agrupa todos los procesos de transformación mineralógica y estructural de rocas en estado sólido, como respuesta a una variación de las condiciones de presión y temperatura que prevalecieron en el momento de su formación. Las rocas terrestres más antiguas tienen una antiguedad de 3.960 millones de años. (América del Norte).
Formación Martín García. El basamento metamórfico sobre el que se asienta la región, también llamado basamento Cristalino, está constituido por las rocas más antiguas. Con más de 2000 millones de años de antigüedad, se remonta su origen al Proterozoico temprano o Inferior (Junto al Arqueozoico, conforman el tiempo geológico denominado Precámbrico). Este piso rocoso (gneises y granitos precámbricos), se encuentra por debajo de la pila sedimentaria y a diferentes profundidades debido a las consecuencias de las fuerzas internas (endógenas) a las que estuvieron sometidas en diferentes momentos.
Se ubica a unos 350 m. de profundidad en la Ciudad de Buenos Aires, y puede observárselo en la Isla Martín García, aflorando a más de 20 metros sobre el nivel del mar (en adelante, s.n.m.). El basamento se va hundiendo escalonadamente hacia el Sur - Sudoeste, hacia la cuenca del río Salado en la denominada Pampa deprimida, en donde se calcula que se encuentra a más de 6.000 m. de profundidad. Esto es debido a una tectónica de fallas directas y esclonadas, para aflorar nuevamente en su borde sur oeste en las Sierras de Tandil (Entre el Período Arqueozoico y el Protozoico Medio (Tiempos Precámbricos), el ciclo diatrófico correspondiente en la provincia de Buenos Aires, es conocido como Tandil).
Basamento Cristalino, adoquinados, y la isla Martín García. Los primeros e históricos adoquinados de las calles de Buenos Aires se hicieron con material traído desde la isla Martín García. En 1854 se trajeron de la isla Martín García alrededor de 20.000 toneladas de piedra para activar el empedrado de las calles. Existe de esa época un plano municipal constituido por una cuadrícula; en su parte central un grueso trazo señala el área que debía concluirse de empedrar: desde Independencia y Temple (hoy, Viamonte) hasta Salta - Libertad y de ahí hacia el oeste, en forma escalonada, hasta Entre Ríos - Callao, desde Alsina a Cangallo. Los afloramientos y canteras graníticas de donde se los extrajo aún pueden apreciarse. En la zona del Puente La Noria, el Basamento Metamórfico o Cristalino, se encuentra a 401 metros por debajo la superficie.


Por Juan Carlos Ramirez Leiva

miércoles, 4 de marzo de 2020

Distrito Ezeiza y su región


Desde el siglo XVIII, el concepto de región ha sufrido diferentes interpretaciones. La distinción de regiones a escalas diversas, ha sido un objeto geográfico complejo e impreciso. En la actualidad, permanece su relevancia dado el papel que tiene como modelo de análisis y de actuación.
Una primera aproximación al concepto de región, es la de considerarla como un fragmento de espacio que se distingue de los otros. Desde este punto de partida, la regionalización se realiza sobre la base de diferencias, la mayoría de las veces de carácter relativo y que no se condicen con la importancia atribuida.
Fue un axioma geográfico considerar que la superficie terrestre se podía analizar desde su propia organización natural, la que podía ser de carácter física (región natural), urbana, o paisajística. Las regionalizaciones existían como una realidad objetiva independiente de la subjetividad del observador. De acuerdo a J. Ortega Valcárcel (1988), el geógrafo sólo podía descubrirla, identificarla, delimitarla y describirla.
La región. Espacio y tiempo. En toda construcción social, las definiciones del presente no tienen por qué coincidir con las elaboradas en otros tiempos, y es por eso que construir una historia regional tiene su primer problema planteado en la misma definición de su objeto de estudio. Como la cuestión regional posee una dimensión política que la convierte en relevante desde el punto de vista social, tenemos que apuntar que el espacio estudiado se encuentra en la provincia de Buenos Aires, República Argentina.
Considerando las limitaciones políticas y dado la variabilidad de estas en lo temporal, la región que pretendemos delimitar ha pertenecido jurídicamente a distintos espacios: Pago de la Magdalena, Pago de San Vicente, e incluso algunas áreas estaban en la práctica de identificación, superpuestas al Pago de La Matanza, Cañuelas, Lomas de Zamora, o del jurídicamente inexistente Pago de Los Remedios; la lista se haría más amplia si no limitáramos este trabajo hasta el año de 1885.
Tenemos claro que estamos haciendo un recorte que puede aparecer como impreciso desde la bibliografía clásica, por ello nos hemos detenido en presentar nuestro marco teórico. Afirma J. M. Casas Torres (1980) que “todas las categorías de regiones caben dentro de dos tipos: las ‘inventadas’, con un fin concreto para quien las establece, y las ‘reales’, las ‘geográficas’, las que de verdad existen y funcionan, en ocasiones desde hace siglos”.
Región Banda Sur Este del Río Matanza. En este abordaje, consideramos que la región es una construcción intelectual con el fin de individualizar el espacio de acuerdo con nuestros objetivos, y por ello tomaremos al comprendido entre “las puntas del Matanza” por el Sur, por el Norte, la estancia El Cabezuelo (S XVIII), por el Este hasta San Vicente, y cierra el área por el Oeste, el río Matanza. La denominaremos Región Banda Sur Este del Río Matanza, y se halla asentada en el extremo meridional de la pampa ondulada bonaerense. Ésta se caracteriza por ondulaciones relacionadas con un sistema hidrográfico bien desarrollado con cursos generalmente de orientación SO-NE, como el río Matanza, que desagua en el río de la Plata. Vamos a interpretar a la región y a sus cambios, como consecuencia del proceso de acumulación originaria y de la división territorial del trabajo, vinculada a la dinámica del capital.

Juan Carlos Ramirez Leiva