viernes, 31 de enero de 2020

¡Campeones!


En aquel 1975, disputaron 23 equipos el torneo de Primera “D”, divididos en Zona Norte y Zona Sur. El campeón saldría de un decagonal integrado por los cinco primeros equipos de cada zona y junto al sub campeón, ascenderían a la “C”.
El Lechero no era considerado candidato y nunca había realizado una campaña entre punteros, pero aquel equipo cambió la historia al obtener el tercer puesto. Disputaron el decagonal las formaciones de Central Ballester, Centro Español, Deportivo Merlo, Juventud Unida, Leando N. Alem, Sacachispas, Defensores de Cambaceres, General Lamadrid, Defensores de Almagro, y nuestro Tristán Suárez.
Dirigidos por el polémico pero querido Horacio Harguindeguy, conocimos la gloria cuando Caffazzo le marcó un gol al Centro Español en condición de local, aquel sábado 17 de enero de 1976, consiguiéndonos el pase a Primera “C”. Cuando el árbitro Héctor Truffa dio el pitazo final, la hinchada invadió el campo para festejar a quienes habían conseguido plasmar el sueño del ascenso. En cuanto a Deportivo Merlo, terminó igualando el primer puesto debido a un reclamo por mala inclusión de un jugador de Defensores de Cambaceres. En síntesis, Deportivo Merlo y Tristán Suárez se ubicaron al tope de la tabla de posiciones con 13 puntos cada uno y ante esa situación, se resolvió desempatar en cancha de Excursionistas.
El 24 de enero de 1976 Tristán Suárez empató 1 a 1 con Deportivo Merlo, marcando Mario Rocco para Suárez y Alcardo para el Merlo, por lo que se definió por penales. Óscar Ascona reemplazó en el arco a Ernesto Mena, quien se había lesionado. El Lechero se impuso por 5 tantos a 4, logrando el título.
Entre quienes integraron el plantel estaban Ernesto “Mono” Mena, Mario y Óscar Rocco, Juan Lincuiz, Rubén Bequi, Alberto Lezcano, José Lastra, Óscar Caputto, Manuel Moreno, Francisco Solano López Portillo, Horacio García, Ramón Zabaleta, Miguel Caffazzo, Óscar López, Óscar Ascona, Óscar Martínez, Alberto “Flaco” Mendive el preparador Quique Palacios; el médico fue el Dr. Albor Juvenal García Iglesias y el presidente era Rubén Lorenzo (reemplazaba al fallecido Pedro Valle).
El Diario La Opinión de Esteban Echeverría, publicó que “Una caravana de más de 100 autos, camiones y todo tipo de vehículos recorrió las calles del municipio, llegándose hasta la municipalidad, …. Uno por uno fueron saludados jugadores y directivos, quienes no ocultaban su emoción al estrechar la diestra del intendente, quien … les dijo que trataría de interesar al gobernador para que haga posible la construcción de un sector de tribunas, que como se sabe es necesario para actuar en la nueva categoría.”
Por: Juan Carlos Ramirez Leiva

sábado, 11 de enero de 2020

El Voglino. Logros de un sueño cooperativo.


Históricamente, las instituciones educativas nacieron de la necesidad, de la voluntad de la población. Nuestro distrito no escapo a esta dinámica de los pueblos, y de la diligencia de las comunidades surgió por ejemplo, nuestra primera escuela pública primaria. Con el devenir de los años surgió la necesidad de brindar educación secundaria a la población regional y así nació una entidad madre: el Instituto Cultural Tristán Suárez.
La reorganización de las comunidades locales, impulsadas por la necesidad de responder más eficientemente a los requerimientos de la población, determinaron la reestructuración de los municipios y por la misma fuerza histórica, se canalizó desde el “Cultural” la necesidad de brindar estudios terciarios a los jóvenes de la región, creándose con ese fin, el Instituto Superior de Formación Docente “Elvira J. R. de Voglino”, en 1998.
El rápido crecimiento poblacional del Distrito Ezeiza, basta ver las cuantificaciones censales del 2010, provocó una demanda de docentes en el que nuestro ISFD participó eficientemente.
Tras diecisiete años de brindar sus servicios educativos a la comunidad, no pudieron los integrantes de la cooperativa educativa, superar la etapa de contar con profesores ad honoren, como lo fueron los que posibilitaron el egreso de quince promociones de profesores secundarios. El esfuerzo de los estudiantes, docentes y directivos, permitió además la supervisión de capacitaciones con validez oficial a distancia.
Los egresados fueron rápidamente absorbidos por el sistema educativo, pero la matrícula no aumento dado a que se estaba condicionado por las limitaciones edilicias, y existió un desgranamiento en los cursos superiores debido a la deserción provocada por falta de recursos económicos. El ISFD Elvira J. R. de Voglino, consecuente con su espíritu cooperativo y alineado con el criterio de inclusión creciente, sostuvo a un considerable número de estudiantes becados en su totalidad. Los limitados ingresos solo permitieron distribuir viáticos entre sus profesores, quienes jamás cobraron, por conciencia social, el sueldo que legalmente les hubiera correspondido.
La Cooperativa de Trabajo Educativo Instituto “Elvira J. R. de Voglino” Ltda. había dado respuesta hasta finalizado el Ciclo 2015, pero ya no pudo encarar nuevos desafíos. Se había seguido la tradición de que las nuevas instituciones surgían por la voluntad en acción de nuestras comunidades pero en aquel tiempo histórico, no se consiguió que los representantes políticos distritales ni los provinciales, subvencionaran el servicio prestado. El ISFD Elvira J. R. de Voglino jamás recibió ningún tipo de subsidio alguno, desde 1998 hasta su cierre finalizado el Ciclo 2015, luego de haberse tomado los exámenes correspondientes en el 2016, y gestionado los pases de los estudiantes hacia otros profesorados, todos ello fuera del Distrito Ezeiza. El Voglino fue la única institución educativa en el Distrito y en la región (incluyendo el distrito madre de Esteban Echeverría y el de Cañuelas), en el que se cursó la carrera del Profesorado de Historia, además del Profesorado de Matemática.
Los tiempos de la Educación no coincidieron con los políticos. El Distrito, ha través de la gestión iniciada desde el momento mismo de su independencia comunal, había avanzado en todo tipo de infraestructura, lo que cambió exitosamente el derrotero histórico, pero no pudo encarar el sostenimiento del Voglino. Los tiempos políticos transitados a fines del 2015, probablemente impidieron acercar soluciones para la continuidad de lo que había comenzado como un audaz proyecto pero que fue una feliz realidad durante diecisiete ciclos educativos.

Juan Carlos Ramirez Leiva