Quienes turistean por Ezeiza, no se pierden la ocasión de buscar un lugar apropiado para ver aterrizar o despegar los aviones. Es probable que la mayoría de ellos piensen que los habitantes de las áreas cercanas al aeropuerto Ministro Pistarini, se sientan comúnmente molestos por el tráfico aéreo debido al inevitable ruido causante (el Municipio de Ezeiza cobra una indemnización por el daño acústico provocado en sus habitantes), sin embargo, no es la generalidad.
Es común que el transeúnte levante la cabeza para mirarle la "panza" al avión de turno, cuando las rutas de ambos coinciden. No importa la cantidad de veces que lo hizo en su vida, ni que haya nacido en Ezeiza mismo. También es posible que pueda identificar si es una avioneta. un avión de pocas plazas, o un monstruo del aire, un helicóptero grande o uno chico, sin necesidad de mirarlo. Y los más veteranos, atravesados también por la fascinación hacia los aviones, recordamos los distintos sonidos de bimotores o cuatrimotores pero más recordamos aún, cuando el cielo ezeicino comenzó a ser surcado por un avión... "¡a chorro!".El 2 de marzo de 1959 aterrizó en Ezeiza el primer Comet IV, a reacción, con turbinas ¡Sin hélices! Fue el primero de los siete que tuviera Aerolíneas Argentinas, la primera empresa en tenerlos en sudamérica. Tras 16 horas de vuelo, la tripulación integrada por el Comandante Aníbal Ernesto Aguirre, el piloto James Stanley Llense, el técnico de vuelo Hugo Ciglutti, el navegante Carlos Busti, el operador de radio Salvador Iglesias, comisario de a bordo Tomás Bone, y María Crespi y Alicia Corallo como auxiliares, llegaban a Ezeiza. Días después, el 06 de marzo, en una ceremonia presidida por el presidente Arturo Frondizi, fue bendecido el avión LV-AHN, dándosele el nombre de “Las Tres Marías”.
En la tarde del martes 24 de marzo de 1970, el LV-AHN partió de Córdoba con destino a Jujuy, con 61 pasajeros y siete tripulantes. Volando sobre Tucumán, el comandante Mario Garabagno informó que se dirigía a Chile con personas armadas a bordo. Una joven aparentemente embarazada, con una pistola calibre 32 y un hombre con un arma calibre 45, habían tomado el control obligando a pasajeros y auxiliares a ubicarse en la parte posterior de la nave. Mientras la mujer cuidaba la puerta que separaba las dos cabinas de pasajeros, el secuestrador controlaba el puesto de comando y a la tripulación más una azafata. Tras reabastecerse en Santiago, volaron a Lima en donde descendieron trece niños y un enfermo cardíaco.
Como los secuestradores ignoraban que el Comet necesitaba un grupo electrógeno particular para arrancar, se retrasaron nueve horas, tiempo en el cual liberaron varios pasajeros . En horas del mediodía, despegó con destino a La Habana, en donde aterrizaron cinco horas y media después tras surcar los 4.000 km. de distancia. En Cuba, la tripulación descanso mientras aguardaba la mejora del tiempo. Con la excepción de los secuestradores, a los que se les perdió la pista, todos fueron alojados en el hotel Habana Riviera, donde estuvieron internados. Para su entretenimiento recibieron literatura política y el último día los llevaron recorrer la ciudad. El 28 de marzo, el Comet IV partió hacia Buenos Aires arribando el día 29, luego de su aventura no programada pero si de alto vuelo.
El diario Clarín del 31de marzo de 1970, informaba que el Comet IV LV-AHN "Tres Marías", realizó el primer vuelo de un jet comercial a la localidad de Posadas. El mismo demandó tan sólo 1.14h. A partir de este momento se implementaron vuelos regulares, los días miércoles y sábados, a la capital de Misiones.
El Comet IV LV-AHN,el primero en integrar la flota de 7 Comet IV, fue el último en ser desafectado. Las Tres Marías salió del servicio en diciembre de 1971, con casi 30.000 horas de vuelo y una aventura con final feliz.
Por: Juan Carlos Ramirez Leiva
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