sábado, 29 de agosto de 2009

Dice el diario Clarín

Gente en foco. Hoy: Juan Carlos Ramirez.
Tiene 58 años y es profesor de historia y miembro de la Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza.
Desde su blogspot (una especie de bitácora digital) cuenta la historia de su querida localidad.
Los fines de semana le gusta agarrar la cámara de fotos y salir a recorrer cada rincón del Partido.
Se encuentra terminando un libro sobre la historia de la región hasta 1885, año en el que pasó el primer tren.

Un profe que enseña más que una lección
.
Se dice que para saber quiénes somos, primero debemos conocer de dónde venimos. Es una máxima sociocultural que ayuda a entender y contextualizar mucho de nuestra vida presente. El conocimiento de la historia es un valor esencial para conocer los valores más primitivos y, sobre todo, entender nuestras cotidianas decisiones. Así lo vive Juan Carlos Ramirez, un historiador del Partido de Ezeiza, que dedicó la mayor parte de su vida a estudiar a su querida localidad. "No sólo somos lo que vivimos, también somos lo que nos contaron los que nos precedieron", arranca.
"Estoy relacionado con Ezeiza desde 1952 -nació en 1951-. Vivo en el mismo lugar que compraron mis padres, desde 1956. Pese a ello, hay vecinos (mis fuentes) que me recuerdan que soy 'nuevo', que no conocí el Ezeiza anterior al aeropuerto (se construyó en 1945), la que vivía de los tambos", asegura, y agrega: "Creo que conozco por dentro cada casa vieja del Partido", rememora.
El amor de Juan Carlos por su barrio arrancó hace muchos años cuando se desempeñaba como electricista en la Comisión Nacional de Energía Atómica de Ezeiza. Allí trabajó por 17 años lo que, asegura, le ayudó a encontrarse. "Estar en el bosque me permitió volver a encontrarme con mi espacio, mi lugar. Ezeiza dejó de ser sólo un lugar para ir a dormir. Comencé a vivirlo, como cuando era pibe", sentencia.
Su pasión por la historia hizo que se convirtiera en profesor. "Me gusta escuchar, contemplar, leer, caminar, enseñar, y por supuesto, narrar", describe. Al poco tiempo, Juan Carlos llegó a las Junta de Estudios Históricos, donde "tengo la responsabilidad del blogspot (una especie de bitácora digital), cosa que hago con inmenso placer", cuenta. Y continúa: "Nos siguen desde muchas partes del mundo. Hay gente que salió de acá, que nos lee, y que ahora vive en una comunidad siux. Nos siguen desde muchas partes del mundo".
"Toda mi vida disfruté escuchando historias, leía historias. Ahora me toca contarlas a mí", cierra este catedrático que pregona: "Hay que disfrutar la vida a pleno, me lo enseñan en la práctica mis padres, que cercanos a los 90 años, comen y toman, y se ríen. Y me lo enseñan mis hijas, que donde yo veo injusticias y problemas, ellas me dicen 'es lo que hay', y siguen esforzándose".

Por: Rafael Roa. Publicado en diario Clarín; 6 de agosto de 2009.

2 comentarios:

  1. Lo que no salió, sobre que: No sólo somos lo que vivimos, también somos lo que nos contaron, somos los que nos precedieron.
    Lo que conozco de mis ancestros lo se porque parece ser que mi tatarabuela contaba historias familiares; mi bisabuela era buena contando historias de familia; mi abuela alcanzó a narrarme algo sobre las lucha de los socialistas; mi madre atesoró recuerdos desde 1920, y nos recuerda siempre que ella es anarquista; mi padre es un luchador, fue un Sindicalista Romántico, el de los Luche y Vuelve. Allí hay todo un mapa de lo que soy. Que suerte que tenemos GEN, dice un loco poeta ezeicence y amigo.

    ResponderEliminar
  2. Sobre la foto publicada: Por alguna loca razón, la foto que publicó Clarín, no es la mía. Mis amigos ya me llaman Yabran y aseguran, que he dado ordenes de que no publiquen ninguna foto mía. Por lo que aprovecho la oportunidad que me brinda la Junta para aclarar que ello no es así; que solamente, el corneta de Clarín se equivocó.
    ......
    Leyendo la aclaración, veo que oscurece. Aclaro sobre la aclaración, que no me refiero al Sr. Roa (el periodista que firma), el que tuvo la amabilidad de interesarse por nuestras actividades, sino al afamado logo.

    ResponderEliminar