Los baguales
se aquerenciaron prontamente con nuestra región, descendientes de aquellos 7
caballos y 5 yeguas que fueran abandonadas cuando se despobló la Buenos Aires
fundada en 1536. Con el tiempo tener tropilla “de un solo pelo” en el litoral
platense, se transformó en un rasgo de distinción; al menos, desde aquellos
primeros 52 caballos de un solo pelaje que revistaron en el naciente Regimiento
de Granaderos, que fueron remitidos al Coronel San Martín desde San Miguel del
Monte en 1812.
La posesión
de caballos siempre fue un símbolo de poder. Las familias de mayor capacidad
económica ataban a sus coches más de un equino, para resaltar su posición
social. Supo existir un rápidamente enriquecido sindicalista, papá del actual
Ministro de Trabajo, que llamó la atención de la prensa por su insistencia en
querer ser aceptado por el exclusivo Jockey Club. Igual tesón ponía la
oligarquía de antaño en ser legitimados, como integrantes de la élite social. Así
pasó con Miguel de Anchorena, uno de los pocos argentinos que perteneció al
Jockey Club de París.
Caballos,
poder, prestigio y tradicionalismo, se unen en Ezeiza. Un terrateniente local,
don Rosario Acosta, lamentaba que le hubieran desaparecido 17 caballos que
intuía, habían sido destinados a la guerra que la Triple Alianza le declaró al
Paraguay. Don Rosario tenía el casco de su estancia en lo que hoy es el Barrio
El Trébol. Otro caso bélico, como fue la Revolución de 1890, involucró al estanciero Vicondoa cuando una partida de
soldados paró en su campo, carnearon novillos y “recibieron en donación” varios
caballos, recibiendo a cambio como regalo dos fusiles en desuso que el buen
hombre enterró, por las dudas, y que la familia rescató tiempo después en las
tierras donde hoy se levantan las cárceles en Ezeiza.
El prestigio
de José B. Zubiaurre, considerado decano de la actividad hípica y dueño de una
exitosa cabaña, se basaba en la calidad de sus equinos, “lo mejorcito de las
pistas argentinas”. El haras llevaba el nombre de Buenos Aires, en honor a uno
de sus caballos. La Revista Fray Mocho contaba de su actividad, allá por 1915.
En sus stud, franqueados por el camino que otrora recorriera la trocha angosta
del Belgrano, y con frente a la hoy calle Santa Ángela, la tradición oral insiste
en que cantó Carlos Gardel.
El Jockey
Club consideró levantar un hipódromo en un predio cercano a los greens del Athletic
Lomas Club. Se les ofrecía a los amantes del turf la posibilidad de jugar,
calle Firpo por medio, a ese otro distinguido deporte inglés. Cuando las
autoridades hípicas eligieron San Isidro como destino de sus proyectos, se
remataron aquellas tierras y nació Villa Golf. Links, carrera y haras, todo
cercano a la Parada Links, hoy Unión Ferroviaria.
La pasión
por los caballos no ha menguado en nuestro distrito, sólo que las
características rurales de antaño han sido relegadas paulatina pero
inexorablemente, hacia un sur que se aleja. Sin embargo, en nuestras pujantes
ciudades, un número significativo de ezeizences se resiste heroicamente a dejar
de lado las costumbres tradicionales. Fue un vecino de Ezeiza, el embajador
Eduardo Labougle, quien convocó a un Concurso de Ensayos sobre el tema “El
gaucho y el llanero”. Su interés en la analogía cultural lo llevó a ser
probablemente el primero en llamar la atención con este tipo de convocatoria,
allá por octubre de 1925.
Mientras en
Tristán Suárez supo vivir Cambiasso, afamado tabartalero, en Canning se han
filmado documentales sobre el caballo criollo. Allí funcionó el haras que
iniciara el Sr. Lorini y posteriormente fuera propiedad de la familia del Dr.
Nobregas. Debemos recordar la existencia de Centros Tradicionalistas y que en
Spegazzini se realiza un tradicional festival desde hace años. En el distrito hemos
contado con afamados apadrinadores como Don Camilo Magistrelo, algunos
domadores como Victoriano Carrizo, ya famoso resero en 1898. Mucha gente reconocida
por su saber, pero sobre todo, muy sobre todo, personas que sienten un profundo
amor por los caballos.
Juan Carlos
Ramirez Leiva
uAU O IIIIIIHHHHHH NO ME SALE COMO A UN ICO CUANTA INFO PROFE, SIGUIENDO LA TRADICION DE LA CONQUISTA QUE JUNTO CON EL PERRO FUERON LAS ARMAS DE GUERRA DE LOS ESPAÑOLES QUE HORRORIZÓ A LOS ORIUNDOS DE ESTAS TIERRAS.
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