La Organización Mundial de la Salud considera a las parteras como expertas
en embarazos, partos y pospartos; bajo el nombre de comadronas se las
referencia en antiguos escritos hindúes, grecos romanos y en la Biblia. El término proviene del latín
commater, compuesto por cum que significa "conjuntamente" y mater que
significa "madre". Desde 1560, las comadronas parisienses tienen que
pasar un examen oficial para obtener el título pero en general, no todas las
mujeres que ejercían disponían de una formación. Han ayudado a las mujeres a parir
desde el principio de la historia del mundo y por tal, también en Ezeiza.
Hacia 1890 se instaló en Monte Grande la familia Petrazzini; don Siro puso en Vicente
López y Planes Nro.147, un almacén de
ramos generales que también fue casa de comidas y estafeta de correos. En él,
el primo Omega practicaba curaciones mientras la señora de Petrazzini se
ocupaba de realizar los precarios y primeros auxilios pero también, oficiaba de
comadrona. No creemos que fuera la única en la región pero ayudó con su
voluntad y conocimientos, a dar a luz a las mujeres de entonces.
Mariana Arbel,nacida un 31 de marzo de 1886 en el partido de Almirante Brown, fue la primera obstetra diplomada que se
radicó en Monte Grande, cerca de 1907, atendiendo en un consultorio de la calle
Vicente López Nro.174. Su presencia fue cancelando las actividades de las
comadronas y rápidamente pasó a convertirse en una referente en la ciudad. Prestó
sus servicios hasta en la zona de Tristán Suárez y fue quien estuvo presente en
los primeros grupos de profesionales de la salud que atendieron en la Sala de
Primeros Auxilios San José de Monte Grande, adonde acudían los enfermos del hoy
Distrito Ezeiza.
De acuerdo al Dr. Manuel Ricardo Rebagliati, la primera partera de Canning fue la señora Teresa Izquierdo. Doña
Alcira Ojeda, en grabaciones que registrara la Lic. Patricia Faure, contaba que
había nacido en la misma habitación en donde era reporteada, gracias a los
servicios de Izquierdo. Disfrutando de la lectura de Las Vacas vuelan, encontramos que la
señora Amalia Albina De Maio nació en 1934 en su casa, el afamado vivero La
Delicia, asistida su mamá por la señora Teresa.
No le iba en zaga en la consideración local la comadrona aficionada María Lanatua
de Harguindeguy, según recordaba Roque Adolfo Saracino.
Nélida Inés Garayar contó en el mencionado libro, que María fue la que la hizo nacer y a todos sus
hermanos, que eran 10: Salvador (1913); Higinia Lucía (1914);
Raúl Antonio (1915); Abel Martín (1916); Nélida Inés (1918); Mario Oscar
(1920); Elba Lilia (1922); Esther Ana (1923); Haydeé Margarita (1925) y Héctor
(1928). Nélida nació en donde
hoy se levanta la cárcel de mujeres. Sus dos hijas también nacieron en su casa,
con la ayuda de una partera. Recientemente, contaba el Dr. Ruben Barabani que
su abuelo llegó a Ezeiza hace 100 años, y que él nació acá, en la casa de
su abuela, y que sus tías hicieron de comadronas.
Eran tiempos en que las madres parían en sus casas con la ayuda de la vecina idónea o de
parteras diplomadas; a veces intervenía la enfermera doña Amanda Wolf, y el Dr.
Rebagliatti desde 1935. Las parturientas tomaban caldo de gallina y convivían, la
penicilina de la farmacia del idóneo Vidal con los yuyos curativos de
Pargoletto, y los consejos de las inefables curanderas.
La ONU declaró el cinco de mayo como el Día Internacional de la Partera, iniciativa
de la Confederación Internacional de Comadronas, organización establecida en
1919. ¡Feliz día y muchas gracias! Queridas parteras.
Por: Juan Carlos Ramirez Leiva
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