La Municipalidad compró la Quinta Santa Bárbara se puso el
cartel en venta de la Quinta Santa Bárbara, empecé a pensar en alternativas
para tratar de adquirirla. Me parecía una pérdida enorme su posible demolición.
Después de estudiar el asunto, encontramos una alternativa. Cada desarrollo o
emprendimiento que llega a Ezeiza, debe ceder por ley un terreno al municipio.
¿Qué se hace habitualmente? El que va a hacer el emprendimiento compra la
tierra en otro lado y se la da al municipio. En Spegazzini comenzó un loteo,
llamado El Remanso, y les propusimos que nos ayudaran a la compra de la quinta,
declarada por el HCDE como monumento histórico. Tras algunas idas y vueltas,
logramos que El Remanso aceptara, lo que permitió concretar la compra, y en
breve realizaremos la escritura”. —¿Cuál son los próximos pasos? —Una vez que
escrituremos y nos entreguen las llaves, empezará un proceso de evaluación. Por
un lado, debemos buscar a las personas idóneas para restaurarla completamente y
ponerla en valor. Por otro, veremos qué proyecto cultural e histórico concretar,
con libre acceso para que los vecinos puedan ir. Tal como alguna vez
conversamos con la doctora Claudia Muscio, directora del Museo de Historia
Regional, nos gustaría que pueda ser visitada por escuelas y, además,
integrarla a un circuito turístico local, con cuatro o cinco puntos claves de
nuestra historia.
La Quinta Santa Bárbara está ubicada en la avenida Néstor
Kirchner y General de Vedia. La historia cuenta que Nicomedes Pierotti, un
italiano afincado en Lomas de Zamora, mandó edificar en 1893 una villa de cinco
hectáreas ubicada a veinte cuadras de su fábrica de pólvora fundada en Monte
Grande en 1879, que proveía al Ferrocarril Sud para sus canteras en Tandil. La
bautizó “Santa Bárbara” en honor a la patrona de la artillería, relacionada con
los explosivos en los barcos. Una trágica explosión ocurrida en su polvorín
hacia 1898 causó pérdidas humanas. En 1912 vendió la propiedad a Miguel Ferrari
y a su esposa, Emma Pravaz. Desde 1912, la casa permaneció en manos de esta
familia, que la conservó hasta en sus más mínimos detalles. El abogado Horacio
Ferrari, uno de sus hijos, estuvo casado con la actriz Rosa Rosen, por lo que
la quinta también atesora recuerdos imborrables de esta célebre artista
argentina. La vivienda es una típica villa italiana muy difundida durante la
segunda mitad del siglo XIX, lo que entronca el origen de ambas familias con
una tipología tan ligada al sustancial aporte que esta inmigración legó al
patrimonio cultural de nuestra comunidad.
Periódico La Palabra de Ezeiza (27/02/2025)
Estaría bueno para un sitio de exposiciones y museo de bellas artes,ya que carecemos de ello en la región.
ResponderEliminarQue bueno yo pasé y Vi !pensé que la estaban demoliendo una tristeza tuve !pero si la van a hacer para que la gente pueda visitarla me encantaría visitarla🤗
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