lunes, 4 de julio de 2022

La canchita del Roca

Los dos clubs más antiguos de Ezeiza supieron tener canchas de futbol tan democráticas, que no tenían alambrado alguno que las delimitaran, tampoco tribunas, tampoco papeles que acreditaran que les pertenecían. Solo acuerdos (probablemente verbales), que destacaban la muy buena voluntad de quienes cedían el espacio para que los chicos y no tan chicos, como los destacados jugadores que representaban a esos clubs, pudieran darse el gusto de pegarle a la pelotita para su deleite y el de las bullangueras hinchadas.
A los clubes más añejos en Ezeiza se los bautizó con nombres ferroviarios, probablemente en la búsqueda de fortalecer y fortalecerse con la identificación y localización del poblado (sostiene la historiadora Patricia Faure). Es así como tenemos el Club Tristán Suárez, el Ezeiza, y desde el 22 de junio de 1952, el Roca.
La canchita del Roca se encontraba en la playa de maniobras ferroviarias, teniendo a uno de sus arcos dando su espalda a la calle Avellaneda, (flanqueada por entonces por altísimos eucaliptos), y teniendo como linderos a las vías truncadas del ramal que conducían al aeropuerto, y a las del Ferrocarril Roca por el otro lado.

Hasta ayer, se encontraba allí el ala sur del Palacio Municipal, el anfiteatro, senderos de la plaza con el árbol de los enamorados allí protegiendo amores, tanto a los furtivos como a los legales. Digo ayer, porque los vecinos aún ignoramos que quedará realmente después de las remodelaciones en marcha.
La vecina Patricia Faure cuenta que se colgaba del portón de su casa para ver el potrero de enfrente, un potrero polvoriento donde traspiraban y corrían chicos atrás de una pelota, para un lado y para el otro. Le llamaba la atención y la divertía ver que a veces se ponían camisetas coloridas que hacían juego con los pantaloncitos cortos y en esos días, acudía más gente a verlos.
La canchita del Roca “era como una cancha medio clandestina pero, a la vista de todos”, ya que estaba en terrenos que eran propiedad del ferrocarril. Sostiene la vecina Patricia, que también eran de las vacas del Pepe Enríquez que, pastaban por allí cerca de cuando en cuando.
En la canchita del Roca vi atajar al gran Bernabé Adolfo Palacios, a Rodolfo “Picho” Oscar Garayar, a Ernesto “mono” Mena, y a Oscar Lino Ávila, y aunque solo yo lo recuerde, supe estar debajo de esos tres palos en algunos torneos de los llamados relámpagos o desafíos barriales. Como olvidarla.
La canchita del Roca, aún está, no visible para todos, claro. Sigue allí pese a la acción tan modernizadora como inevitablemente destructora, pero aún está en la memoria de quienes jugábamos pegándole, a veces con suerte, a una pelota o algo que rodara.

Juan Carlos Ramirez Leiva

5 comentarios:

  1. Dice el Pepe Enriquez:
    Cuidaba mis vaca ahí porque mi viejo era ferroviario, y ahí la policía de la montada no podía entrar en esos tiempos. Si vos no estaba cuidándolas te las llevaban y tenías que pagar multas. Mi viejo le pidió permiso al jefe de la estación para llevar allí las vacas a pastar.
    Y la cancha era de 11.ahi jugaron los veteranos de River y Huracán estaba alambrada y iluminada pero el progreso la borro... si abre jugado en esa cancha...

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  2. La foto muestra en donde se encontraba la cancha del Club Roca. Puede observarse a la derecha, los vagones del tren que llevaba a los obreros y a los materiales cuando se estaba construyendo el aeropuerto, formación llamada popularmente la Catalina. Al fondo, tras las carpas en donde vivían obreros que trabajaban en las obras, puede observarse el monte que se encontraba enfrente del actual edificio municipal, cruzando la calle Avellaneda. El último
    de esos magníficos y antiguos ejemplares de eucaliptus fue
    talado para que por allí pase una bicisenda.
    El editor

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    1. El último Eucalipto de los que costeaban las vías, altura calle Santiago Derqui, a fines del 2021 y ahora en 2022 terminan de destruir los de la histórica plaza Gral. Belgrano para quitarnos el único pulmón verde que quedaba en la ciudad.

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  3. También atajo ahí uno que hizo historia , que llevo a atajar en la primera de Ferro carril Oeste , Juan Carlos Ullua.

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  4. Emotivo recuerdo, tuve la suerte de haberlo vivido !!!

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