miércoles, 5 de julio de 2023

La Gran Lilia Ravazzoli. La Torre de Tristán Suárez

En 2017 un grupo de vecinos en Tristán Suárez alertaron a los bomberos, que la señora Lilia Ravazzoli no era vista hacía varios días. Tristemente, un 18 de Marzo de 2017, la Basquetbolista fue encontrada sin vida en el baño de su casa. En homenaje a ella Rememoro su brillante carrera deportiva, ya que Lilia supo ser una verdadera estrella nacional del básquet femenino.
Mi interés por conocer la historia de Lilia comenzó durante una charla con mi supervisor Jorge Miceli, en el aeropuerto de Ezeiza. Jorge, jugo al básquet y vive en Suárez hace mucho tiempo. Ambos estábamos esperando un vuelo, cuando le pegunté sobre una mujer adulta y grandota que siempre la cruzaba bicicleteando por las calles suarenses en el momento que iba a estudiar. Jorge respondió que “Puede ser Lilia Ravazzoli. ¿Una mujer Grande? ¡Sí! ¡Debe ser ella! Falleció hace un tiempo. Cuando era pendejo ella venía a pelotear con nosotros ¡Cada paliza nos daba! Jugaba fuerte, ¡era una mujer con una potencia! ¡No sabes cómo embocaba! Ella era pivote y siempre había un club que la venia a buscar... Ya era grande de edad cuando entrenaba con nosotros, la última etapa de su carrera. ¡Fue Jugadora de la selección nacional! Tuvo un gran Director técnico en sus inicios en los 60 y él le enseño a Jugar, se llamaba Camilo López, fue el impulsor del básquet en Suárez. Un gran técnico, ex jugador de comunicaciones”
Con esta conversación comenzó mi curiosidad ¿En equipos había jugado Lilia? ¿Ganó algo con la selección? Algunos informantes me contaban que Ravazzoli les vendía indumentaria deportiva en los últimos años de su vida y que arreglaba pelotas. Otros que compartían alguna que otra misa en la parroquia Cristo Rey. También que fue desventurada en el amor. Otros mencionaban aspectos de su aspecto físico varonil y cosas relacionadas con su sexualidad.
No conforme con eso continué investigando. En internet encontré muy poca información, aunque fue valedera y me ubicó en contexto. Lilia fue era una estrella del básquet femenino de categoría internacional. La primera mujer en ser transferida al exterior en la década del 70. Una deportista que marcó a fuego una generación de mujeres y que con su profesionalismo colocó al básquet femenino nacional en otra esfera, armando las bases de lo que vendría en un futuro. Ella media 1,83 m y sus tiros preferidos eran el Jump y el gancho.
Otra tarde de febrero Conversamos con la Lic. Patricia Faure. Ella me recomendó ir al Museo de Historia Regional Tristán Suárez. !Ahí llegó mi festín! Encontré una gran cantidad de copias de diarios, revistas, artículos que nombraban y homenajeaban a “La Torre de Tristán Suarez” como se la reconocía.
Lilia Ravazzoli nació en Monte Grande el 26 de enero de 1946. Sus padres fueron Luis Ravazzoli y Delia Catalina Pini. Tuvo dos hermanos mayores: Rubén y Luis. Su padre era un arrendatario dedicado a las tareas campesinas en Suárez. A Lilia le gustaba andar en caballo otra de sus grandes pasiones. Hizo un pasajero curso de corte y confección pero no calo tan fuerte como el básquet. Lilia, junto a un grupo de chicas adolescentes se animaron aprender a jugar y fue así que ella encontró su destino en este deporte. Roberto Tarabelli, del Museo de Suárez mencionó que Camilo Sánchez fue como un Padre para Lilia y le coloco entre dos cipreses un aro con un tablero en el fondo de su casa. Él la veía todo el día encestando y entrenando...
Lilia a los 16 años ya tenía esa capacidad ofensiva, fuerte y efectiva en el pívot. Con Tristán Suárez comenzaron a ganar los torneos de la Asociación de Esteban Echeverría. Su nombre de a poco comenzaba a resonar y en 1965 jugo un amistoso para Juventud Unida de Lavallol, contra la selección nacional, marco 36 puntos. ¿Y esta de dónde salió?, Se preguntaban en la selección. Ella decía “Siempre que entro en la cancha lo hago para ganar. No concibo otra cosa” Luego de este partido comenzaron a llover propuestas de Racing, Vélez y Boca.
Decidió ir a Boca porque era el único en ese momento con Gimnasio techado y no quería viajar en vano si llovía y luego volverse a Suárez. Roberto Tarabelli contó: “Antes de irse de Suárez ella tuvo un partido amistoso de despedida. Vinieron todas las jugadoras de Boca a jugar contra Suárez. En ese partido de despedida Lilia Jugó un tiempo para cada Club, fue algo lindo y muy emotivo”.
Llegó a Boca en 1966 y se convirtió en una estrella. A partir de ahí, fue todo ascendente. Hugo de DeMestico la lleva al sudamericano de Cali, en 1967. En Boca con Dasso en la dirección técnica logra los títulos de 1968 y 1969. Fue campeona Argentina con Capital Federal en 1969 y 1970. Ese mismo año, en el torneo sudamericano de septiembre-octubre, los laureles de la consagración la ponen en la cúspide del básquet femenino. Los diarios hablan de la “Gran Lilia Ravazzoli”, Es goleadora del torneo: con 165 puntos en 7 partidos. Contra el campeón, Brasil, conmocionó con sus excepcionales puntos. La opinión de los técnicos en una encuesta periodística la coloca entre las 12 mejores del torneo. Y junto con Lilia el nombre de las jugadoras nacionales( “Las dulces y difíciles Che” según la prensa) alcanzaron una repercusión casi inédita en nuestro básquet femenino. Lilia es la goleadora. Argentina Subcampeón. Y algo más: los periodistas la nominan para la terna del “Olimpia 70”
Durante el mundial de 1971 en Brasil, Argentina quedo con el puesto 11. Sería el único mundial en el que participaría la Gran Ravazzolli. La celeste y blanca recién volvería al certamen en el año 1998.
Luego del Sudamericano de Guayaquil se fue a jugar a Brasil, vendida al Santos y luego al Poderoso Sao Caetano do Sul con quién conquistarían la liga Paulista. También fue contratada por el Club Guaraní, de Paraguay en 1972. Luego vendrá nuevamente Boca y Obras, además de otros clubes. En todo este tiempo fue una pieza clave de la selección desde 1967 hasta 1978. Los diarios la nombran como la basquetbolista más famosa de Argentina.
Ella contó en una entrevista que se tenía que nacionalizar brasileña si quería seguir jugando en el vecino país. Es más: la selección carioca la invitó a sumarse. Pero no acepto y regresó a Boca Junior, club del que era hincha. Su marido Rolando Armando Kader era del ambiente del básquet en Boca, factor que determinó la decisión de ambos de formar un hogar en este suelo. Cosa que fue saboteada por el hombre y no se concretó.
A manera de cierre queremos mencionar que esta historia continuara. Nuestra querida deportista local tiene una extensa trayectoria y las cosas que se omiten quizás no las hemos descubierto aún. Queremos agradecer a Claudia Muscio directora del Museo de Suárez por facilitar los archivos y brindarnos un espacio ameno para investigar.

Por:: Elio Salmón Elio.
Publicado en: La Palabra de Ezeiza.
Fuentes citadas: El Grafico 8 de diciembre de 1970, Pág 32
                           Crónica Deportiva 13 de agosto de 1979,Pág 14
                           La Voz de mi parroquia Noviembre de 1970
                           http: www.Pick and roll.com.ar

2 comentarios:

  1. Muy bien contada la historia. Yo fui uno de los que vi jugar a Lilia en sus inicios.
    Camilo López también era DT de la rama masculina, y nos dirigía a nosotros, los infantiles, que tendríamos doce o trece años en aquel momento.
    Nos hacia jugar contra las mujeres de la Primera división, para que nos acostumbremos a los golpes. Y ellas, nos mataban, literalmente.
    Sufrí los codazos de Lilia, y sus tiros imparables. Jugaba casi como un hombre.
    En el fondo de su casa, en el gallinero, tenía un tablero de básquet donde practicaba diariamente. No le bastaban las prácticas en el club. Y yo, como otros chicos, la iba a ayudar. Le alcanzaba la pelota de cuero y ella tiraba y tiraba.
    En ese partido de despedida contra Boca que menciona Roberto Tarabelli, los infantiles jugamos como preliminar. Luego jugaron las chicas.
    Te falta mencionar que, en el mundial de 1971, en Brasil, fue la segunda goleadora del torneo.
    Ella siempre hablaba de Hortensia, la brasilera que jugó con ella en San Caetano, como la mejor jugadora que enfrentó. Y no es para menos, Hortensia está considerada como una de las mejores jugadoras del mundo, en esa época.
    Lamentablemente, terminó su vida muy modestamente, en su casa de la calle Moreno.
    Sin duda, la mejor deportista suarense de la historia. No me animo a opinar sobre el distrito, no conozco tanto.
    Quiso terminar su carrera en Suárez, ya grande. Pero por diversas circunstancias, no pudo ser.
    Felicitaciones.

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  2. Yo tuve el honor de jugar contra ella varias veces, no me quería mucho porque mi especialidad era la defensa y logré, después de muchos enfrentamientos, tomarle la mano. La realidad es que fue una gran deportista poco recordada y agradezco esta nota que por lo menos nos trae su recuerdo a los que amamos el basquet. Gracias

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